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Argelia: tácticas represivas contra activistas de Hirak dos años después

Las autoridades argelinas han actuado contra decenas de manifestantes, periodistas y activistas mediante detenciones arbitrarias y procesamientos por participar en protestas pacíficas y expresar ideas políticas en redes sociales; así lo ha manifestado Amnistía Internacional en una declaración publicada hoy para conmemorar el segundo aniversario de las protestas de Hirak.

En una investigación sobre los casos de 73 personas —activistas de Hirak, manifestantes y periodistas—, Amnistía Internacional ha documentado su detención arbitraria y enjuiciamiento y, en algunos casos, su condena a una larga pena de prisión basada en ambiguas disposiciones del Código Penal en los últimos dos años.

Varias de estas personas sufrieron invasivos registros telefónicos o fueron despedidas por su entidad empleadora debido a su procesamiento. Algunas denunciaron tortura u otros malos tratos bajo custodia.

El 18 de febrero, en un discurso a la nación, el presidente Abdelmadjid Tebboune anunció elecciones legislativas anticipadas y dijo que había ordenado liberar a decenas de manifestantes que estaban bajo custodia por su participación en el movimiento de protesta Hirak o por publicaciones en redes sociales. Al menos 37 quedaron en libertad el 19 y 20 de febrero, aunque 31 continúan en prisión, según el Comité Nacional para la Liberación de Personas Detenidas (CNLD), grupo local de vigilancia.

Entre las personas liberadas está el destacado periodista Khaled Drareni, condenado a dos años de cárcel por informar sobre el movimiento de protesta Hirak, y cuyo caso se incluyó en la campaña Escribe por los Derechos de Amnistía Internacional en diciembre pasado.

“Las conclusiones de Amnistía Internacional ponen de manifiesto una estrategia deliberada de las autoridades argelinas para reprimir la disidencia que contradice sus promesas de respetar y defender los derechos humanos. Son los actos de un gobierno decidido a censurar a la población por protestar pacíficamente y expresar opiniones críticas en redes sociales. Tales tácticas represivas no tienen cabida en una sociedad que respeta los derechos humanos”, ha afirmado Amna Guellali, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.

“Muchas de las personas indultadas por el presidente Tebboune en los últimos días eran activistas de actitud pacífica que estaban ejerciendo su derecho a la libertad de expresión y de reunión y que, para empezar, no tenían que haber sido detenidas.

El gobierno de Argelia debe poner en libertad inmediata e incondicional a manifestantes pacíficos, activistas y periodistas que estén procesados o continúen detenidos por expresar sus opiniones o protestar pacíficamente, y retirar todos los cargos pendientes en su contra. Pedimos asimismo a las autoridades que reformen o deroguen las disposiciones de la legislación argelina que vulneren el derecho a la libertad de expresión, dentro y fuera de Internet, y el derecho de reunión pacífica.”

Éstas son algunas conclusiones de Amnistía:

En los últimos dos años se ha actuado selectivamente contra al menos 73 personas mediante la detención arbitraria, el enjuiciamiento y, en algunos casos, largas penas de prisión basadas en ambiguas disposiciones del Código Penal, como “perjudicar” la seguridad o el interés nacional, “ofender” a cargos públicos o “incitar” a una concentración no armada.

Se han utilizado nuevas leyes que penalizan las “noticias falsas” o el incumplimiento de las medidas de confinamiento durante el estado de emergencia sanitaria para enjuiciar a activistas que pedían la reanudación del movimiento de protesta o que criticaban la respuesta de las autoridades a la pandemia de COVID-19.

En muchos casos, la policía registró los teléfonos de manifestantes, periodistas y activistas. Un examen de documentos judiciales revela que, en algunos casos, la autoridad judicial utilizó información privada obtenida de aplicaciones de mensajería para presentar cargos contra la persona, además de procesarla por publicaciones en Facebook.

Al menos siete activistas online y manifestantes de actitud pacífica se quedaron sin trabajo o fueron objeto de despido por su entidad empleadora debido a su procesamiento.

Las autoridades judiciales no investigaron las denuncias de tortura bajo custodia formuladas por dos activistas de Hirak.

El 22 de febrero de 2019 estallaron manifestaciones multitudinarias y en gran medida pacíficas por todo Argelia, inicialmente para oponerse al entonces presidente Abdelaziz Buteflika. Cuando Buteflika dimitió, las protestas pasaron a reivindicar una reforma drástica del sistema político. En diciembre de 2019, Abdelmadjid Tebboune fue elegido presidente y prometió que su gobierno consolidaría “la democracia, el Estado de derecho y el respeto de los derechos humanos”.