Brasil: un ajuste de cuentas en las cárceles de Manaos deja 55 muertos en dos días

La matanza fue motivada por el control del principal grupo narco del estado, Família do Norte, cuyos líderes siguen controlando el negocio de la droga desde los presidios.

No se trató de un motín, sino de un planificado ajuste de cuentas que en 48 horas generó una escalada sangrienta en cuatro cárceles de Manaos, capital del estado brasileño de Amazonas. La matanza fue motivada por el control del principal grupo narco del estado, Família do Norte (FDN), cuyos líderes siguen controlando el negocio de la droga desde los presidios. Las autoridades han identificado a una veintena de cabecillas, que esta semana serán trasladados a prisiones federales, dependientes del ministerio de Justicia, que decidió enviar de urgencia una Unidad Especial de Intervención Penitenciaria a Manaos.

La masacre comenzó el domingo cuando quince reclusos de una facción fueron asesinados en el Complejo Penitenciario Anísio Jobim, aprovechando el horario de visitas de familiares, que presenciaron horrorizados los crímenes a sangre fría usando artes marciales y afilados cepillos de dientes como cuchillos.

Cuando el gobierno aseguró que la situación estaba controlada, llegó la venganza. La facción rival no respondió en esa cárcel, sino en otras tres prisiones, el Centro de Detención Provisional Masculino, la Unidad de Puraquequara y el Instituto Penal Anônio Trindade, donde el lunes fueron asesinados cuarenta internos en otra acción coordinada. Muchos presos murieron dentro de sus celdas.

Las cárceles de Manaos están entre las más conflictivas de Brasil. Además de Venezuela, el estado de Amazonas hace frontera con Perú y Colombia, productores de cocaína, y la FDN controla la entrada de la droga en el país. En 2017 otra reyerta, en aquel caso entre bandas rivales, ya dejó 57 muertos en los penales amazónicos.

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