Chile: alertan sobre alto índice de violencia en cárceles

Aunque Chile es hoy el país con la tasa de homicidios más baja en América Latina según datos de la ONU, figura, en contraste, entre las naciones con mayor cantidad de asesinatos en las cárceles.

Un estudio mundial de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd) de este año, advierte que existe mayor peligro de morir en una prisión que en la vía pública, pues el índice de homicidios en el país es de solo 3,5 por cada cien mil personas, pero al interior de las cárceles esa tasa se remonta a 90.

Un extenso reportaje sobre el tema de Biobío.cl indica que con ese índice, Chile supera a países como El Salvador, Colombia y Brasil donde la violencia al interior de las cárceles es ampliamente conocida.

Al respecto el reportaje revela que las condiciones en las prisiones del país austral no se diferencia mucho de las existentes en esas naciones, como los altos niveles de hacinamiento, insalubridad y agresiones de todo tipo entre los reos.

El reportaje hace referencia a un informe de la Fiscalía Judicial, según el cual las condiciones de miles de reos en las 53 cárceles del país son muy precarias, con largas horas de encierro, pocas comidas y malas condiciones de higiene, entre otros problemas.

Añade que muchos presos pasan cerca de 15 horas en sus celdas, en establecimientos que en el 40 por ciento de los casos superan su capacidad máxima de personas, mientras otras prisiones no cuentan con un servicio higiénico efectivo, e incluso en algunas los internos disponen de agua potable solo algunas horas al día.

Asimismo, en un país que se caracteriza por la crudeza del invierno solo dos de las 53 cárceles tienen agua caliente.

Otro informe, del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), señala que aunque para 2017 el hacinamiento en las prisiones se redujo en 35,7 por ciento, en esa fecha el 47,5 por ciento de los centros estaban muy por encima de su capacidad, hasta el punto de que había reclusos durmiendo en los baños o en el suelo.

Asimismo el INDH denunció la falta de una atención médica elemental e incluso que en 26 establecimientos se comprobó que los reos eran víctimas de golpes y amenazas de las autoridades carcelarias los que denota ‘niveles de naturalización de acciones de violencia’.

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