HE TRABAJADO en cuatro fábricas diferentes. Estas son algunas de mis experiencias, así como las de mis colegas que han trabajado en otras fábricas o prisiones.
Esta es una descripción del tipo de trabajo que realiza la mayoría de reclusos. Cabe mencionar que los que tienen competencias técnicas específicas son asignados a otros oficios como electricistas o preparando y sirviendo comidas, realizando labores administrativas, etc. Sin embargo, estas excepciones incumben como máximo al 10 % de los reclusos de la prisión de Osaka.
De manera general, el trabajo es monótono y consiste en tareas manuales sencillas; estas pueden ser pegar y doblar bolsas de papel, coser a mano o a máquina prendas como kimonos. Por ejemplo, durante los últimos cuatro años, he tenido que hacer a la mano las costuras de los jubanes con puntos de entre 1 y 2 mm a intervalos de 1 a 2 cm. Las palabras “aburrido y monótono” no bastan para describir hasta qué punto este trabajo destruye el alma y la mente.
La jornada de trabajo comienza desde las 7:45 h hasta las 16:00 h. Hay dos pausas, de diez minutos cada una, para tomar el té; en la primera debemos mantenernos de pie y en silencio, y en la segunda podemos sentarnos y hablar.
También tenemos treinta minutos para almorzar en la cafetería de cada fábrica, veinte durante los cuales se nos permite hablar. Además de este tiempo, también tenemos cuarenta minutos (a veces solo treinta) para hacer un poco de ejercicio. Durante esta pausa también nos permiten hablar. El resto del tiempo debemos permanecer en completo silencio, y hablar puede ser un motivo de castigo. El tiempo para el ejercicio puede variar según el programa y solo es posible durante los días laborales.
Las tareas o trabajos se asignan de manera arbitraria, en función de la relación del recluso con el responsable de la fábrica. Por lo tanto, los trabajos más interesantes los obtienen los preferidos. La formación ─qué es lo más básica posible─ la realiza el supervisor (hancho en japonés) que, en el mejor de los casos, lleva seis meses en el puesto, pero es el favorito del responsable. Las diversas tareas se pueden hacer sentado o de pie. Por ejemplo, para cortar o planchar las telas debemos permanecer de pie.
Las etapas para hacer un kimono son:
- Cortar > planchar para coser > coser a máquina > coser a mano y controlar la calidad > planchar
A las personas que trabajan de pie se le sirven raciones de comida adicionales, es decir, cerca de un 20 % más de carbohidratos. Las condiciones de trabajo son sumamente estrictas y difíciles. Cada acción está controlada, desde trabajar hasta comer, hacer ejercicio, ir al baño, etc.
Para enumerar la lista de reglas del hancho, necesitaríamos varias páginas, pero algunas de ellas son: no hablar, no mirar otra cosa que no sea su trabajo, no cambiar de posición (levantarse cuando debe estar sentado), etc., etc., etc…
Cada persona debe permanecer en un espacio estrictamente delimitado. Los supervisores son los únicos que pueden moverse o desplazarse para ir ayudar a los demás, pero deben contar con la autorización del responsable.