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La oposición a la pena de muerte continúa creciendo

El número de Estados que vota a favor de resoluciones de la ONU para detener las ejecuciones en todo el mundo sigue aumentando, lo que indica que se está creando un consenso para terminar con la pena capital de una vez por todas.

La sesión plenaria de la Asamblea General de la ONU celebrada hoy ha adoptado una resolución sobre una moratoria de las ejecuciones, con vistas a la abolición total de la pena de muerte, después de que 123 Estados votaran a favor. En 2007, la primera vez que la Asamblea General adoptó una resolución sobre una moratoria de las ejecuciones, sólo 104 Estados votaron a favor.

“Los países que aún aplican la pena de muerte deben ver esta progresión como una señal de alerta: las ejecuciones promovidas por el Estado no tienen cabida en el mundo moderno, ni en ninguna sociedad comprometida a respetar y defender los derechos humanos”, ha manifestado Rajat Khosla, director general de Investigación, Política y Trabajo de incidencia de Amnistía Internacional.

“Esta resolución nos acerca un poco más a relegar la pena de muerte —el exponente máximo de pena cruel, inhumana y degradante— a los libros de historia. Pedimos a los Estados que aún conservan la pena de muerte que declaren de inmediato una moratoria de las ejecuciones, como primer paso hacia su abolición completa.”

Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos sin excepción, con independencia del carácter o las circunstancias del delito, de las características y la culpabilidad o inocencia del acusado y del método utilizado por el Estado para llevar a cabo la ejecución.

Desde 2007, esta es la octava vez que la Asamblea General de las Naciones Unidas adopta una resolución en la que se pide una moratoria de las ejecuciones, con vistas a abolir la pena de muerte. La cifra de Estados que han votado a favor de estas resoluciones ha aumentado de las 104 de 2007 a las 121 de 2018 y a las 123 de 2020.

Las resoluciones de la Asamblea General de la ONU tienen un considerable peso moral y político. El constante examen de resoluciones sobre este tema ha garantizado que la abolición de la pena de muerte siga siendo una prioridad de derechos humanos para la comunidad internacional.

La última resolución ha sido presentada por México y Suiza en representación del grupo de trabajo interregional de Estados miembros y copatrocinada por 77 Estados.

Un total de 123 Estados miembros de la ONU han votado hoy a favor de la resolución, entre ellos Yibuti, Jordania, Líbano y Corea del Sur, que han apoyado la resolución por primera vez. La República del Congo, Guinea, Nauru y Filipinas, que votaron en contra de la resolución de 2018, también han apoyado la de hoy, mientras que Yemen y Zimbabue han pasado de la oposición a la abstención.

Una minoría de países (38) han votado en contra de la propuesta, y 24 se han abstenido. Algunos Estados que en 2018 votaron a favor o se abstuvieron, hoy han votado en contra de la resolución, entre ellos Antigua y Barbuda, Dominica, Libia, Pakistán, Tonga y Uganda. Níger ha pasado de votar a favor en 2018 a abstenerse en 2020.

El análisis realizado por Amnistía Internacional muestra que el uso de la pena de muerte está en declive en todo el mundo. En 2019 se registró la cifra de ejecuciones confirmadas más baja de los últimos 10 años, y una minoría de países —20— llevaron a cabo ejecuciones. En 2019 las ejecuciones se redujeron un 5% respecto a 2018: el cuarto año consecutivo de reducción.

Sin embargo, algunos países están rompiendo la tendencia. Irak, Arabia Saudí, Sudán del Sur y Yemen aumentaron significativamente el número de ejecuciones en 2019 respecto a 2018, Bahréin y Bangladesh reanudaron las ejecuciones después de una pausa de un año, y la asamblea legislativa de Filipinas propuso proyectos de ley para reintroducir la pena de muerte. El gobierno federal estadounidense empezó a llevar a cabo ejecuciones por primera vez después de 17 años, y dio muerte a 10 hombres en 2020.

“Los Estados que siguen condenando a muerte a gente están yendo en contra de la tendencia internacional, y la votación de hoy demuestra que la pena capital tiene sus días contados”, ha manifestado Rajat Khosla.

“Hoy hemos dado un paso más hacia la abolición global. Es hora de que todos los Estados pongan fin para siempre a esta espantosa práctica.”