“En un planeta que agoniza, las personas privadas de libertad pasan a ser la última de las prioridades. Y cuanto más se agrava la situación, más difícil se hace acceder a información sustantiva, factual e imparcial. La suerte de estas personas solo sale a la luz a través de discusiones vehementes e infructuosas.
A diario, las personas reclusas y sus seres queridos sufren las consecuencias del encarcelamiento y las violaciones a su dignidad; a diario, ven sus sueños y sus expectativas derrumbarse. Por su parte, la sociedad civil también libra su propia lucha, pues a ella sola le corresponde llevar adelante su labor y reiterar su compromiso día tras día. Sin embargo, el papel que juegan sus actores en la protección de la dignidad de las personas privadas de libertad es esencial, ya que son ellos los que encuentran nuevas maneras de hacer las cosas y plantean soluciones a los problemas urgentes.
Prison Insider crea un puente entre esos dos mundos. Nuestra plataforma recopila y reconstituye todo lo que se dice, se escribe y se piensa sobre las condiciones de reclusión, con el sueño de que nadie decida restringir los derechos de los reclusos sin antes conocer con claridad los hechos, y que los debates se entablen a partir de la realidad y no de los mitos que giran en torno a la seguridad.
Privar a un ser humano de su libertad es un asunto serio, e implementar un sistema que garantice unas condiciones de reclusión dignas, una prueba de coraje. El coste público de la prisión puede parecer muy alto con respecto a los resultados en materia de reinserción, pero no es nada en comparación a su coste humano y social.
Es hora de que pensemos en recurrir menos a la prisión”.