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Portafolio 20 de diciembre de 2018

Prisiones

Entre 2011 y 2014, Grégoire Korganow visitó unos veinte centros penitenciarios y fotografió todo lo que allí vio: el interior de las celdas , los patios, las salas de visita, las duchas, las celdas de aislamiento… el día, la noche.

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Pude fotografiarlo todo: el interior de las celdas, el patio de descanso, las salas de visitas, las duchas, los zulos (celdas de aislamiento)...

En 2010 tomé mis primeras fotos en las cárceles francesas para la película de Stéphane Mercurio “À l’ombre de la République”, producida por Iskra Producciones. En ese entonces, conocí al Inspector General de los Centros de Privación de Libertad, Jean Marie Delarue, quien pocos meses más tarde me nombraría inspector. Desde enero de 2011 hasta enero de 2014, me adentré en el corazón del encierro penitenciario francés. Durante ese tiempo, visité una veintena de establecimientos. Me quedaba entre cinco y diez días en cada cárcel. Pude fotografiarlo todo: el interior de las celdas, el patio de descanso, las salas de visitas, las duchas, los zulos (celdas de aislamiento)… Tanto de día como de noche. Tenía acceso libre a todos los sitios. La cárcel, espacio inaccesible a la mirada, despierta la imaginación. Sin embargo, la realidad que allí experimenté tiene poco de espectacular. El infierno del encarcelamiento se debe en buena parte a la acumulación y a la repetición de los tratos indignos que transforman lo ordinario en pesadilla.

A eso se le añade la violencia que se ejerce en las zonas de sombra y durante las horas de descanso. Es esa intimidad del encierro la que quiero fotografiar, en color, de manera frontal, directa, sin efectos. No me limito a una anécdota. Trabajo realizando pequeñas pinceladas, me impregno de la geografía del lugar, de la luz, de los sonidos, de los relatos de los detenidos… Capturo lo indecible, el tiempo que se detiene, la vida que se empequeñece, que se borra. No muestro las caras. No cuento ninguna historia. Me basta el trato con los individuos y su integridad. Me contento con lo que el espacio, los movimientos, las posturas y las marcas corporales revelan de condición carcelaria de hoy.

Grégoire Korganow

Grégoire Korganow

Fotógrafo

A través de sus imágenes Grégoire Korganow nos invita a observar las fallas, la incertidumbre y el desorden contemporáneos. Lo que le interesa es lo que está fuera del marco, lo ínfimo. El cuerpo, sus estigmas y metamorfosis sociales ocupan un lugar esencial en su obra, cuya forma es inestable, voluntariamente permisiva e inclusiva. Para él, la inmersión y la experimentación son las condiciones necesarias para obtener una imagen precisa y sugestiva. En vez de una figura ostensible, Korganow prefiere una fotografía más ambigua y más frágil que permita al espectador hacerse su propia opinión, crear su propia historia.

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Pude fotografiarlo todo: el interior de las celdas, el patio de descanso, las salas de visitas, las duchas, los zulos (celdas de aislamiento)...

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