Proteger a las personas LGBTI privadas de libertad: un deber fundamental

Jean-Sébastien Blanc. Esta guía es la síntesis de un largo trabajo y fue realizada para responder a las diversas fallas y problemáticas identificadas. Durante su realización, observamos que faltaban soluciones para comprender este tema, sumamente sensible, y que los órganos de control, nuestro público principal, no contaban con los estándares o directrices suficientes para el monitoreo.

Por otra parte, también queríamos darle mayor visibilidad a este problema, que es una realidad desconocida e, incluso, ignorada por los mecanismos nacionales de prevención.

Nuestro objetivo es dotar a los órganos de control con las herramientas necesarias para identificar los factores que favorecen la violencia ─ uno de los capítulos aborda los aspectos metodológicos del monitoreo─.

Esta guía, cuyo objeto es también crear conciencia, se cuestiona sobre las posibles soluciones que se pueden adoptar una vez que se han identificado las fallas. Su información está destinada igualmente a las administraciones penitenciarias o a los centros de capacitación para el personal penitenciario o las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley, entre otros.

JSB. La orientación sexual y la identidad de género son factores que refuerzan la vulnerabilidad de las personas, aunque cada experiencia de privación de libertad es única y depende de diversos factores. Se habla de “interseccionalidad”: la edad, el origen, la salud, etc. Estos elementos crean situaciones que exponen a las personas privadas de libertad a la tortura y a los malos tratos.

Las personas LGBTI son particularmente objeto de violencia, ya sea verbal, física o sexual.

Incluso fuera de prisión, este grupo de personas son víctimas de estigmatización y discriminación, y la violencia a la que están expuestas aumenta una vez encarceladas.

JSB. En la APT, no solemos trabajar a puerta cerrada. Para realizar este proyecto, consultamos a un gran número de especialistas, lo que resultó muy útil a la hora de abordar una temática tan compleja. Si bien la manera de abordar el tema varía según el país, esta guía tiene una vocación universal. Hoy en día, setenta Estados penalizan las relaciones entre personas del mismo sexo. Tuvimos que buscar expertos de todas las regiones del mundo, sin olvidar tratar de forma independiente las situaciones que afectan a cada grupo del acrónimo “LGBTI”. El desafío ha sido doble: crear una publicación que se adapte a todos los públicos y que esté lo más cerca posible de la realidad actual.