Lincoln. Salí de Pollsmoor en 2015. Las condiciones en términos de higiene y sobrepoblación eran mucho peores. Todo el mundo tenía piojos, los guardias descuidaban a los reclusos y no se les ofrecían ni los servicios más básicos. No había educación ni orientación y era imposible obtener una cita médica. Comencé a tener erupciones cutáneas en varias partes del cuerpo, pero de las tantas veces que pedí atención médica, nunca la recibí. Terminé yendo a un tribunal con un abogado.
Mthetheleli. Drakenstein era mucho más limpia que Pollsmoor. En 2003, el hacinamiento en la unidad de reclusos preventivos era tal, que los funcionarios pedían que se concediera la amnistía a algunos reclusos para poder liberar espacio. Un brote de tuberculosis, al que no se les prestó la más mínima atención, se convirtió en tuberculosis multirresistente (MDR-TB) y luego en tuberculosis extremadamente resistente (XDR-TB). Teníamos que esperar semanas para una consulta médica. Las erupciones cutáneas también eran frecuentes. Aún estoy lidiando con problemas de piel desde aquella época. Los reclusos blancos recibían un mejor trato; era más probable que se les alojara en celdas individuales. En cambio, a los reclusos negros se les ponía en celdas compartidas. Y cuando los blancos se quejaban de algún problema, era más probable que se les solucionara.
Lubalolo. Lo que más me impresionó en Pollsmoor fue la comida; la calidad era tan mala y las raciones tan pequeñas que la gente siempre tenía hambre. Los reclusos corrían a la cocina a la hora de comer, algo que nunca vi en Drakenstein. En Brandvlei, las raciones también eran pequeñas, pero al menos la calidad y el sabor eran correctos. El olor a orina en las celdas comunes era tan penetrante que te impedía comer. La limpieza era otro motivo de tensiones. Algunos reclusos no hacían ningún esfuerzo, lo que molestaba a sus compañeros y a veces terminaba en pelea.
Lugeswa. Estaba en el módulo de reclusas preventivas de Pollsmoor. Casi todas las mujeres eran negras. Durante el invierno, la sobrepoblación empeoraba porque muchas personas sin hogar comenzaban a cometer delitos para conseguir comida y alojamiento en prisión. La actitud influía mucho en la forma en que te trataban las demás reclusas y el personal. Las mujeres que ya habían estado encarceladas decían que Pollsmoor era más sucia que las otras prisiones porque las reclusas preventivas no hacían ningún esfuerzo para mantener el lugar limpio, ya que pensaban que no estarían allí por mucho tiempo.
Lubalolo. Me trasladaron a Pollsmoor en 2021, justo antes de mi liberación. Mi salida se retrasó porque primero tenía que participar en un diálogo entre víctima y perpetrador. En ese momento estábamos en medio de la pandemia de COVID-19 y para que esto fuera posible, tenía que reunirme con personas externas a la prisión. Así que, debido a las restricciones sanitarias, el diálogo no tuvo lugar y tuve que quedarme atrapado en prisión.
Mthetheleli. Mi salida se retrasó por problemas administrativos. Siempre que iba a ver a la junta de libertad condicional faltaba algún documento. No era mi culpa, yo les había entregado todo lo necesario, así que no había nada más que pudiera hacer. Eso me pasó dos veces. Y a menudo les pasa a muchos otros reclusos.