Explorar
Togo : manifestantes agredidos mientras se encontraban en detención preventiva
El 6 de septiembre, según cifras de Amnistía Internacional, 100 000 manifestantes se concentraron en las calles de Lomé, la capital del país. Hace más de un mes que llevan pidiendo una reforma de la Constitución y la dimisión de su presidente, Faure Gnassingbé, quien sucedió en el cargo a su padre en 2005 tras un golpe de Estado militar.
Ghislain Nyaku, director ejecutivo de CACIT, advierte que los manifestantes detenidos sufren vejaciones policiales durante su arresto y, posteriormente, mientras se encuentran en detención preventiva. Durante la etapa de custodia policial, no se les permite tener un abogado.
“Las autoridades utilizan la negación de este derecho a modo de “castigo””. Nyaku hace referencia a un caso en el que seis manifestantes —actualmente en libertad— sufrieron tratos equiparables a la tortura mientras permanecían en detención preventiva. Explica que «según la información con la que contamos, no se han producido casos de tortura en la cárcel. En cambio, durante la detención preventiva, se “castiga” a los arrestados por haber participado en manifestaciones. Según nos informan, se les “golpea y arrastra por el suelo”».
Los manifestantes que siguen detenidos se enfrentan a la superpoblación de las cárceles togolesas y a las mismas condiciones sanitarias que el resto de reclusos. Solo reciben una comida al día. Además, se ha privado a algunos manifestantes del derecho de visita porque «las autoridades no querían que estas personas pudieran estar en contacto con actores de la sociedad civil mientras haya otras manifestaciones previstas».
Este ha sido concretamente el caso del doctor Kossi Sama, secretario general del Partido Nacional Panafricano y uno de los líderes de la oposición. También se ha detenido a menores durante las concentraciones, que posteriormente han sido maltratados durante la detención preventiva. A fecha de 3 de octubre, dos de ellos todavía no habían sido puestos en libertad.