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Túnez: El silencio de los golpes
Les personas LGBTQI++ privadas de libertad son víctimas de una violencia disimulada.
Aunque la revolución de 2011 permitió albergar una esperanza de democracia y libertad, y el cambio de Gobierno favoreció los debates en torno al género y la orientación sexual, aún se penaliza, discrimina y estigmatiza a las personas LGBTQI++, quienes siguen corriendo el riesgo de ir a prisión, en la que sufren todo tipo de abusos. En 2011, un grupo de jóvenes activistas creó la association tunisienne pour la justice t l’égalité, DAMJ (Asociación Tunecina por la Justicia y la Igualdad), que defiende los derechos de las personas LGBTQI++ y les ofrece apoyo psicológico, jurídico y social. En 2021, DAMJ y el Instituto Danés contra la Tortura (Dignity) publicaron un estudio sobre 28 personas LGBTQI++ de entre 18 y 50 años privadas de libertad.
Manel Chlibi trabaja en DAMJ y sigue de cerca la mejora de las condiciones de reclusión de las personas de la comunidad LGBTQI++. Prison Insider le ha planteado tres preguntas.