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Fuente: El Observador
Ver el panoramaUruguay: el analfabeto preso que, sin saberlo, reflexionaba igual que un filósofo
Comisionado parlamentario reclamó por un plan de alfabetización de reclusos.
Juan Miguel Petit entró en la Cárcel de Punta de Rieles para entrevistarse con un recluso pero, cuando llegó a su encuentro, este se excusó. “Me va a tener que disculpar, doctor, pero hoy no puedo atenderlo. Me agarró en un día fatal”, dijo el recluso en una visita ocurrida hace unos meses.
El preso debía asistir a un taller de teatro, luego preparar la edición de una revista interna y, finalmente, por la tarde, asistir a una sesión de yoga. “Que pase algo así es notable”, dijo el comisionado parlamentario en su conferencia “Situación de las cárceles uruguayas” que ofreció este jueves en la sede del Colegio de Abogados del Uruguay.
No es que en Punta Rieles se encuentren los “mejores presos”, aseguró Petit, sino que existen “mejores condiciones de rehabilitación”. Porque, en definitiva,
“se trata de los mismos reclusos que en otras circunstancias terminan en los techos prendiendo fuego todo o delinquiendo después”.
Además de las condiciones de salud, alimentación y vivienda, el hecho de que se encuentren trabajando y estudiando es crucial “para que las personas terminen rehaciendo su vida”, dijo Petit
De otro modo reinciden y lo hacen a un nivel que los números no matizan: el 60,6% de la población penitenciaria, que llega a los 11.149 individuos, estuvo en la cárcel más de una vez. Y en este aspecto fallan tanto el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) como el sistema educativo, porque “pese a que la gente piensa que los presos se pasan tirados en las celdas y en los patios, o peleándose, hay muchísimos que piden para estudiar y trabajar y no los dejan, porque no hay cupos disponibles”, lamentó.
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