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Uruguay: trasladaron a 102 presos a Punta de Rieles, donde asumió Republicana

Todos estamos esperanzado que funcione el proyecto para que comience a ejecutarse en las demás cárceles”, dijeron fuentes penitenciarias.

El Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) finalizó el traslado de 102 presos de la Unidad N°4 (exComCar) a la Unidad N°1 de Punta Rieles, donde asumió la Guardia Republicana la seguridad operativa del establecimiento, según informó el Ministerio del Interior (MI).

Los internos que llegaron a la nueva cárcel, ubicada en Camino Dionisios, pertenecían a distintos módulos de la Unidad N°4, aunque la mayoría eran del 8, el mismo que el comisionado parlamentario penitenciario, Juan Miguel Petit, denunció por sus condiciones, según informaron a ECOS fuentes penitenciarias.

Se trata del módulo de mayor peligrosidad en el penal carcelario más grande del país, que alberga el 30 % del total de la población de presos. A fines de 2018, cuando Petit divulgó el informe, lo formaban 502 internos y lo definió como un lugar de “trato cruel, inhumano y degradante”.

Si bien en la práctica se supone que está conformado por presos de alta peligrosidad, últimamente se daba una “mezcla de todo”. Desde aquellos que cumplían preventiva, hasta quienes estaban allí por hurto, rapiña o homicidio, aseguraron fuentes del exComCar. La cárcel de Punta de Rieles, que fue inaugurada en 2018 y es la primera construida de forma público privado, tiene cupo para unos 1000 presos y aún quedaban alrededor de unos 200 para cubrir, señalaron.

Según comentaron, se están trasladando a los presos que están en peores condiciones, en lugares que están “colapsados o para remodelar”, pero antes se hace una evaluación porque “no es que lleve a cualquier preso”.

A fines de mayo, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, informó que la Guardia Republicana asumiría la seguridad en las cárceles y todos los policías que trabajan en la seguridad pasarían a depender de esta fuerza.

Ya son unos 120 funcionarios de la Guardia Republicana que empezaron a tomar el control en la nueva cárcel”, afirmaron. Esto significa que va a haber personal suficiente para que se cumplan “las reglas a rajatabla”, agregaron. “Todos estamos esperanzado que funcione el proyecto para que comience a ejecutarse en las demás cárceles”, adelantaron.

Los policías que trabajan en las unidades están conformes con estos cambios porque antes si bien pertenecían al INR no tenían “nada” que los aparara. “Hoy pertenecemos a la Guardia Republicana y tenemos una ley orgánica que nos rige, un código policial y sabemos bien que estamos respaldados”, concluyeron.

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