No existe ningún establecimiento específico para las personas declaradas inimputables o para las personas privadas de libertad que sufren de enfermedades mentales. Todas las personas que necesitan atención en salud mental se ingresan en un hospital psiquiátrico general.
El internamiento en un hospital psiquiátrico general es posible en cualquier etapa del proceso penal o de la pena. El juez puede imponer una orden de tratamiento obligatorio preventivo llamado remand to hospital, durante el periodo de investigación. Si la persona es declarada culpable, el juez ordena un tratamiento obligatorio llamado hospital order. La medida puede ir acompañada de una restriction order si la persona representa un “serio peligro”. En este caso, el ministro de Justicia debe aprobar ciertas condiciones de la medida, como, por ejemplo, los permisos de salida.
Cuando la persona es declarada culpable, pero el juez no ha dictado la condena, esta persona puede ser sujeta a una hospitalización preventiva, llamada Interim hospital order.
Traslado desde un centro penitenciario¶
Un recluso que sufre de trastornos mentales puede ser objeto de una orden de tratamiento obligatorio en un hospital psiquiátrico general. En este caso, la ley prevé dos situaciones:
- El juez puede dictar una orden de tratamiento obligatorio, llamada hospital direction, desde el momento en que se pronuncia la sentencia, si el centro penitenciario al que se ha asignado la persona no puede proporcionarle la atención médica que necesita. El traslado debe hacerse en un plazo máximo de 28 días, y si ningún hospital psiquiátrico tiene la capacidad para recibirla, la persona puede ingresar en un centro penitenciario.
- El ministro de Justicia puede ordenar el traslado a un hospital psiquiátrico de un recluso en estado de crisis psicótica. La administración penitenciaria es la encargada de realizar la solicitud del traslado, que debe llevarse a cabo en un plazo de dos semanas.
En cualquiera de los dos casos, los traslados se retrasan debido a la falta de plazas en los hospitales psiquiátricos. Ciertas instalaciones rechazan a los reclusos y dan prioridad a otros pacientes. Algunos traslados se efectúan entre diferentes regiones. El CPT reportó, en 2019, que las personas recluidas en las prisiones de Donscaster, Liverpool et Wormwood esperan hasta cuatro meses para ser trasladadas. En 2017, el 8 % de los reclusos esperaba su traslado en celdas de aislamiento y el 36 % restante en celdas normales. Los hombres acceden más fácilmente a las unidades de atención médica que las mujeres.
Marco jurídico¶
Las personas inimputables. Una persona sujeta a una hospital order con restriction order permanece en un hospital psiquiátrico por un periodo medio de siete años. Los internamientos en hospitales de “alta seguridad” duran aproximadamente ocho años, en comparación a dos o cinco años en las unidades de “mediana seguridad”.
El tribunal de salud mental (Mental Health Tribunal) debe revisar cada tres años la medida de hospital order. Las personas sujetas a una orden de tratamiento obligatorio, así como sus parientes cercanos, pueden solicitar la revocatoria de esta medida ante el tribunal, un recurso que debe hacerse en los seis meses siguientes a la decisión. Del mismo modo, las personas pueden solicitar que se revise la medida todos los años. Si el internamiento en hospital psiquiátrico ya no es necesario, el tribunal ordena la salida de la persona y comunica al Ministerio de Justicia su decisión.
Las personas privadas de libertad. La decisión de traslado a un hospital desde la prisión debe revisarse cada seis meses. En un inicio, la medida se cumple en un hospital de alta seguridad, antes de trasladar a la persona a una unidad de mediana y, más adelante, de baja seguridad. Los plazos de traslado entre las unidades suelen prolongar la estadía en el hospital. La obligación de tratamiento preventivo (remand to hospital) tiene una duración legal de 28 días, pero la dirección del hospital puede prorrogarla por solicitud del médico. Las personas que desean solicitar al tribunal el término de esta medida, pueden obtener, a sus expensas, la evaluación de un profesional en psiquiatría externo al hospital.
Ningún recurso es posible contra la decisión de traslado de la prisión al hospital psiquiátrico. Sin embargo, la persona puede impugnar la medida una vez que el traslado se ha hecho efectivo. El médico responsable debe, en cada caso, enviar un informe al secretario de Estado al menos una vez al año.
Vida cotidiana¶
De manera general, las personas con problemas mentales en conflicto con la ley (privadas de la libertad o no) no se separan del resto de los pacientes. Sin embargo, las medidas de seguridad aplicables en los hospitales psiquiátricos varían en función de la peligrosidad evaluada en los pacientes.
Tres hospitales psiquiátricos de alta de seguridad reciben a aquellos pacientes que se consideran particularmente peligrosos. Estos hospitales, cuyas condiciones de vida son similares a las de la prisión, reciben el mayor número de solicitudes de admisión y cuentan con más personal que los demás. El equipo responsable del Positive Intervention Program (PIP) en el hospital psiquiátrico de alta seguridad de Askworth lo conforman enfermeras con una capacitación especial. Este equipo se encarga de los pacientes “recalcitrantes” y, por lo general, interviene para administrar un tratamiento sin consentimiento o contener el paciente en caso de crisis. El CPT informó que el equipo intervino 325 veces a lo largo del año 2015.
Las mujeres privadas de libertad se trasladan sistemáticamente al hospital de alta seguridad de Rampton. Al no existir ningún establecimiento de este tipo en Gales, las personas deben trasladarse a Inglaterra, en caso de ser necesario.
Existen unidades de “baja” y “mediana” seguridad, en las que se admite a los demás pacientes. Se trata de instalaciones cerradas que cuentan con áreas de seguridad y sistemas de videovigilancia. Estas unidades, que se encuentran, por lo general, en hospitales privados, disponen de una gran cantidad de agentes de seguridad.
La autorización del ministro de Justicia se requiere para ingresar en unidades específicas a las personas sujetas a una restriction order o trasladarlas a una unidad de “mediana” o “baja” seguridad, así como para darles de alta. A menudo, las autorizaciones se obtienen con retraso, lo que hace que los pacientes permanezcan en los hospitales o en ciertos niveles de seguridad por más tiempo del necesario.
Con frecuencia, se recurre al aislamiento por largos periodos, incluso, por años. Las personas se aíslan, por solicitud del médico, cuando representan un riesgo grave para los guardias o los otros pacientes. Los pacientes sujetos a una medida de aislamiento solo pueden salir de su celda unas cuantas horas al día algunos solo 30 minutos cada dos días, el contacto humano se reduce al mínimo y no se les propone ninguna actividad. El CPT informó que, en el hospital psiquiátrico de Broadmoor, se recurría cada vez más al régimen de aislamiento por largos periodos. El comité afirmó que un paciente del hospital de Ashworth había permanecido aislado por casi cuatro años, y advirtió sobre el riesgo de tratamientos inhumanos y degradantes. El uso de esposas y el recurso a la contención mecánica se autorizan durante el traslado de un recluso a un hospital psiquiátrico.
Continuidad del tratamiento¶
Los pacientes sujetos a una restriction order, que gozan de la libertad condicional, cuentan con el acompañamiento de un profesional de la salud y un trabajador social. Estos supervisores entregan informes regulares y emiten su opinión al tribunal acerca de la liberación definitiva de la persona. Los pacientes pueden, luego de dos años, solicitar la puesta en libertad definitiva.
A los pacientes que han cumplido una hospital order se les puede imponer una orden de tratamiento (community treatment order). Las condiciones del tratamiento deben respetarse so pena de ser hospitalizados de nuevo.
Algunos equipos de atención ambulatoria se especializan en la atención de antiguos reclusos que sufren de enfermedades mentales, así como de las personas que cumplieron una orden de tratamiento obligatorio. Estas personas pueden ser ubicadas en hogares de readaptación bajo la supervisión de asociaciones o de fundaciones del National Health Service (NHS).