Robert Lee Allen está encarcelado en el estado de Michigan. Su testimonio viene acompañado de un llamado de acción que reproducimos aquí:
Si tiene una cuenta Twitter, por favor envíe un Tweet a la nueva gobernadora del estado de Michigan, Gretchen Whitmer, para preguntarle por el “Michigan’s Good Time Bill” (sistema de reducción de penas de los reclusos que tienen buen comportamiento). Whitmer es una demócrata que recientemente se pronunció en el discurso del Estado, y a pesar de que el sistema penitenciario de Michigan es uno de los más anticuados, obsoletos y desastrosos del país, no mencionó ni una sola palabra sobre la reforma penitenciaria.
Michigan es uno de los tres estados del país que no aplica el “Good Time Bill”, y no brinda ningún incentivo para la rehabilitación. Cuando un Congreso de mayoría republicana, un Senado y un presidente pueden aprobar un proyecto de ley federal bipartidista de reforma penitenciaria en estos tiempos de división, es vergonzoso e inaceptable que el proyecto de ley de la Cámara de Representantes de Michigan: HB5666, para la reforma penitenciaria ni siquiera pueda obtener una audiencia y mucho menos un voto con un gobernador demócrata.
¡Necesitamos unos minutos de su tiempo! Necesitamos su ayuda. En este país, no se debería negar una segunda oportunidad a nadie, pero, lo más importante es que todos deseamos que las personas que regresan a la sociedad estén realmente rehabilitadas. Para ello, hay que dar primero la oportunidad a los reclusos que demuestran su capacidad de crecer, de esforzarse, de cambiar. En la situación actual, no existe ningún incentivo para estos cambios. A pesar de ello, muchos reclusos cambian. En la prisión solo hay castigo, sin ningún estímulo positivo alguno ─ hasta los entrenadores de perros saben que los estímulos positivos son los que permiten cambiar el comportamiento ─. Esto no es justicia.
Todos estamos juntos en esto.
De una forma u otra, todos volveremos a casa.
No nos olvide, escriba a Whitmer:
Compare a Michigan con los países fundadores de la OTAN (tasa de encarcelamiento por 100 000 habitantes):