Johan. La prisión de Aasiaat tiene habitaciones individuales. Digo habitaciones porque desde hace dos años no podemos utilizar la palabra “celdas”. Las habitaciones tienen una cama, una mesa, una silla, un refrigerador, un televisor, y los muebles que cada recluso quiera agregar. Cada una de ellas tiene una ventana de 70 cm x 70 cm, sin ninguna reja. El cristal es sólido, pero el marco es fácil de quitar sin necesidad de estropear demasiado el muro. En otras palabras, es fácil fugarse.
En Francia, las prisiones tienen rejas porque si un recluso se escapa, es difícil encontrarlo. Aquí estamos en una isla,a fuera hace 20 grados bajo cero, y la ciudad más cercana está a 50 kilómetros.
Aquí, es menos probable que un recluso se escape; aunque a veces sucede, pero cuando lo encuentran lo envían a una prisión con mayor seguridad, en Nuuk o Dinamarca.
Hay cinco habitaciones que forman parte de una extensión reciente. Estas disponen de un baño con sanitario y bañera. Los reclusos de las demás habitaciones utilizan sanitarios comunes.
Un día normal se organiza de la siguiente manera:
- 7 a.m. - se abren las celdas, los reclusos se levantan
- 7 a.m. – 9 a.m. – se prepara y se toma el desayuno
- 9 a.m. – se efectúa el conteo de los reclusos
- 9 a.m. – 12 m. – trabajo
- 12 m. – segundo conteo de los reclusos
- 12 m. – 1 p.m. – se prepara y se toma el almuerzo
- 1 p.m. – 4 p.m. – trabajo
- 4 p.m. – 6 p.m. – tiempo libre
- 6 p.m. – 7 p.m. – se prepara y se toma la cena
- 6 p.m. -10:30 p.m. – tiempo libre
- 10:30 p.m. – se cierran las celdas
Los permisos de salida nocturnos autorizan a ciertos reclusos a salir del establecimiento entre las 6 p.m. y las 9 p.m. los lunes y los miércoles. También se autorizan las salidas los sábados entre la 1 p.m. y las 3 p.m. y los domingos entre las 9 a.m. y las 9 p.m. A los que se les autorizan las salidas diurnas, deben regresar antes de las 5 p.m.; en definitiva, solo pueden salir los fines de semana.
La cocina está disponible durante las horas de las comidas y durante el tiempo libre de los reclusos.
Los reclusos pueden cocinar los productos que ellos mismos compran en un supermercado de la ciudad, al que nosotros los acompañamos.
Los reclusos pueden trabajar en la confección de calcetines, de gorros, de objetos de arte (tallado de huesos, esculturas de madera), o en la construcción de muebles de madera; ellos pueden vender los objetos que fabrican, una parte del dinero va a la prisión y la otra se les entrega. Algunos reclusos realizan trabajos de limpieza, por los que reciben un salario. Es la prisión quien los emplea.
En su tiempo libre, los reclusos tienen acceso a una sala de televisión, una biblioteca, una sala de juegos con una mesa de pingpong, una sala de deportes con una máquina de remo, una bicicleta elíptica y una cinta de correr. El espacio exterior cerrado consiste en un patio rodeado de una malla. También pueden salir a un jardín, donde hay un invernadero.