AW. Entre 2019 y 2020, realizamos una encuesta con la Universidad de Oxford para conocer la opinión de las personas acerca de la pena de muerte. Los resultados demostraron que la mayoría de la población indonesia, alrededor de un 69 %, aún apoya la pena capital. No obstante, cuando investigamos más a fondo, nos dimos cuenta de que la mayoría de las personas desconoce el funcionamiento del sistema. Solo el 2 % consideraba estar bien informada sobre el tema. También observamos que el porcentaje de personas a favor disminuía cuando se les presentaban penas alternativas, como la libertad condicional, para casos en los que el juicio ha sido injusto o cuando existían dudas sobre la culpabilidad de la persona. Este porcentaje se reducía aún más cuando les mencionábamos que una figura pública a la que suelen seguir, como un líder religioso, apoyaba la abolición.
La mayoría de las voces que se alzan en contra de la pena de muerte provienen de las organizaciones de la sociedad civil. Hemos recibido el apoyo de figuras religiosas, católicas y cristianas, y contamos con algunos aliados en el Gobierno, que, aunque no puedan decirlo en voz alta, apoyan nuestra labor de defensa.
La ayuda más importante para nosotros es la de la comunidad internacional. En 2015 y 2016, recibimos el apoyo de los medios de comunicación internacionales y de diplomáticos que presionaron al Gobierno para que detuviera las ejecuciones. Esto resultó muy útil en ese entonces, ya que no hubo más ejecuciones en ese momento. Pero, ahora se está pronunciando de nuevo una cantidad alarmante de penas capitales.