En este punto, creo que merece la pena considerar cuidadosamente la cantidad de tiempo de contacto humano, y su proporción, en relación al tiempo semanal total. Los siete días de la semana suman 168 horas, así es que un máximo de 6h15 min representa aproximadamente el 3.7% del tiempo disponible para los que están en régimen de aislamiento. Esto incluye a todos los extranjeros.
Esta privación de contacto y relaciones humanas ha sido el centro de muchos estudios de investigación médica, y todos ellos, sin excepción, señalan este trato y condiciones como causantes directos de graves trastornos mentales, emocionales y sociales. La mayoría de los países civilizados han tipificado este trato, con el uso del régimen de aislamiento solo en las situaciones más extremas y, generalmente, solo durante un periodo de tiempo corto y específico. Pero Japón lo usa de manera generalizada, sin ninguna razón válida, y en particular, para todos los reclusos extranjeros de la prisión de Osaka.
**El entorno pseudo-militar de la prisión se caracteriza por la marcha acompañada de la voz: “Ichi…ni…ichi…ni”, que significa 1-2-1-2, siendo “1” el pie izquierdo, y “2” el pie derecho. **
Todas las órdenes e instrucciones se dan a gritos, lo que consiste en un trato degradante y humillante que según algunos estudios de investigación provoca problemas de comportamiento y degrada la autoestima de las personas.
Generalmente, en la semana de cinco días laborables, hay dos periodos de 15 minutos para ducharse/afeitarse, que se aumentan en los meses de verano con una ducha de 10 minutos y dos lavados rápidos de 2 minutos cada uno. Durante estos periodos de ducha, numerosas reglas cambian en permanencia, y el guardia responsable se encarga de gritarlas de manera desdeñosa por megáfonos que distorsionan el sonido.
Todos los desplazamientos fuera de las fábricas y de los módulos de alojamiento están bajo la supervisión de los guardias y se llevan a cabo en filas de a tres en marcha militar. Existen algunas áreas destinadas al ejercicio físico (fuera de las zonas de campo) que están delimitadas para sentarse, caminar, correr y practicar otros deportes. Por alguna oscura y desconocida razón, correr y hablar está prohibido. Allí donde sea posible, el grupo de internos debe formar en fila de a tres y contarse a partir de 1. Cuando el guardia decide que se ha acabado el tiempo para hacer ejercicio, todo el mundo es cacheado/registrado y todas las conversaciones deben cesar inmediatamente.
El gran número de reglas, que cambian casi a diario, va más allá de cualquier entendimiento. El resultado es que ningún interno está seguro de cuáles son las reglas exactas y apropiadas en un momento dado; esto aumenta los niveles de stress y, en consecuencia, el resentimiento contra los guardias.
Una observación muy relevante es que los guardias de primera línea están sujetos a casi el mismo trato militarista que sufren los internos, aunque su aplicación es mucho más suave. El resultado de esto es un maltrato de tipo jerárquico. Se afirma que esta disciplina es para mantener un ambiente tranquilo y que se espera de los trabajadores de la prisión que actúen como educadores y guardianes de la moral.
En realidad, el objetivo principal de los guardias es descubrir a alguien incumpliendo una regla, ya sea real o imaginaria, para poder informar de ello y que el interno sea castigado.
La opinión general es que cuando un guardia busca un ascenso, habrá un alto índice diario de internos que serán sorprendidos violando las normas. Esto es solo una conjetura, pero parece una conclusión acertada basada en la observación.
Mi testimonio se ha centrado en la rutina que se hace cumplir a rajatabla durante los días laborables. Mencioné que cualquier transgresión tiene como consecuencia severas amonestaciones y periodos de tiempo en módulos de castigo, llamadas “shobatsu”.
Se puede concluir que las violaciones de derechos humanos básicos no solo son toleradas por las autoridades y el Gobierno japonés, sino que se alientan y promueven de manera activa. El único camino que puede tener algo de éxito es el de la información a los ciudadanos de Japón y a la población mundial.