¡Es realmente maravilloso ver una gran ciudad, así, iluminada de noche! Se nos ofrece un panorama multicolor siempre en movimiento, un florilegio de colores. Las carreteras, con tanto tráfico, parecen grandes vasos sanguíneos ramificándose por todas partes.
Vista desde lo alto y de noche es mucho más hermosa que en la madrugada, antes de ir a trabajar con una niebla espesa y fría. Este tipo de fotografía es la que te recuerda lo que es estar privado de libertad; pero también la que te motiva para hacer todo lo posible para recobrarla plenamente y salir, por fin, por la puerta principal. Es algo que te devuelve las ganas de trabajar y de esforzarte para poder reinsertarte como es debido y llevar una vida normal.
La prisión es dura. A veces tengo ganas de dejarme llevar por la ira o la violencia, pero consigo reprimirlo rápidamente, ya que no pierdo nunca de vista mi salida y no quiero tener problemas.
He retomado gusto al estudio y a los placeres simples: el más mínimo acontecimiento positivo se convierte en una gran satisfacción.
Por ejemplo, el hecho de recibir las compras encargadas al demandadero procura un instante de dicha; cuando estaba en libertad, hacer la compra me parecía un acto banal y casi tedioso, mientras que ahora, cuando recibo los productos que he pedido, siento una felicidad que no hubiera experimentado nunca cuando era un hombre libre. Prueba de que la felicidad se adapta a todas las situaciones y de que dependiendo de las condiciones en las que uno se encuentra todo es relativo.
Actividades como la lectura o el teatro, que había dejado, han retomado un lugar destacado en mi vida ya que, aquí, para mantener un buen estado de ánimo, todo es cuestión de gusto: es primordial reencontrar las aficiones olvidadas. Cuando pienso en mi futuro, en mi salida, tengo un punto de vista totalmente diferente del que tenía antes de mi encarcelación. Imagino una vida totalmente opuesta a la que viví. Desde luego, soy consciente de que no se puede determinar qué nos deparará el futuro, pero por lo menos se puede intentar mejorarlo en lo que se pueda.
Aquí tienen, en lo que toca a la impresión que me ha producido esta magnífica fotografía, unas palabras de mi parte. Os digo hasta pronto, con la esperanza de recibir una bellísima fotografía.