AUUI. En general, las condiciones de reclusión en el Sur son mejores que las de otras regiones. Esto puede deberse a que las autoridades de los servicios penitenciarios del Sur permiten un mejor acceso a las ONG y a los organismos religiosos, que realizan intervenciones en las instalaciones y prestan diversos servicios a las personas privadas de libertad. La administración penitenciaria considera que las personas condenadas a la pena capital son más propensas a la violencia, por lo que los guardias tienden a tratarlas con mayor severidad; un trato más duro que afecta sus condiciones de vida.
Los reclusos preventivos, que representan la mayor parte de la población carcelaria, tienen un acceso más limitado a los servicios que los reclusos penados.
El hacinamiento es un grave problema que afecta a todas las personas privadas de libertad, ya que no solo genera condiciones de higiene deplorables, sino que también reduce el acceso a la atención sanitaria.
Las condiciones de vida de las personas acusadas de terrorismo son bastante específicas e inhumanas, especialmente durante el periodo previo a su condena ─en la fase de instrucción y de juicio─, en el que se les mantiene separadas de los demás reclusos; una vez que se pronuncia la pena, se les envía al mismo corredor de la muerte.
Los hombres y las mujeres suelen estar detenidos en el mismo centro, pero en módulos diferentes, lo que va en contra de las normas internacionales de derechos humanos.
Únicamente el estado de Lagos tiene instalaciones separadas para hombres y mujeres. En las instalaciones exclusivamente femeninas, las reclusas tienen una mejor calidad de vida que en las prisiones para hombres, ya que son menos. La situación es la misma para las mujeres condenadas a muerte, que están recluidas en las mismas prisiones de máxima seguridad pero en módulos diferentes. Las mujeres condenadas a muerte no gozan de ningún privilegio especial, salvo el posible acceso a mejores comidas en comparación con las reclusas en espera de juicio, y cierto acceso a la educación en las pocas prisiones que ofrecen esta opción.