Andriy Didenko. En primer lugar, hay que señalar que cerca del 20 % de las prisiones ucranianas ya estaban en territorio ocupado, desde 2014-2015, antes de esta nueva ofensiva. Esto representa unos 15 000 reclusos.

Oleg Tsvilyi. La situación varía enormemente de una región a otra y de una prisión a otra. Algunos centros penitenciarios ocupados, por ejemplo, en la región de Kherson, siguen en contacto con el Gobierno central ucraniano. Aparentemente, las fuerzas de ocupación rusas no ejercen una presión excesiva sobre ellas y la situación parece relativamente estable. Sin embargo, los servicios de inteligencia de las fuerzas del orden ucranianas han señalado que, en ciertas prisiones, algunos funcionarios se han subordinado a la autoridad de la ocupación, mientras que, en otras instalaciones, los agentes se han negado a cooperar. Existen informes de que los guardias de dos cárceles en Starobilsk y Mariúpol y de una prisión en Berdiansk han abandonado sus puestos y se han trasladado a los territorios controlados por Ucrania, lo que tiene consecuencias inevitables para los reclusos. Por ejemplo, parece que las fuerzas rusas ya han empezado a imponer sus reglas en la cárcel de Starobilsk.

Vadym Chovgan. Las fuerzas rusas están imponiendo sus reglas en las zonas en las que ya habían establecido su administración, incluida la región de Donetsk. La situación es más confusa en Kherson y Zaporizhia, regiones que no están bajo el control total de los rusos. Las fuerzas rusas han entrado en algunas prisiones de la región de Kherson, en las que se han apropiado de los datos personales de los oficiales para averiguar si participaron en la guerra del este de Ucrania. De ser así, podrían enfrentarse a las consecuencias, aunque hasta el momento ignoramos de qué manera.
Nos han informado que los bombardeos han golpeado algunas instalaciones, la mayoría de ellas en la región de Kharkiv, incluidos los complejos penitenciarios N° 43 y N° 25. También nos enteramos que se habían encontrado varios cuerpos cerca del complejo N° 18. Sin embargo, ignoramos si se trata de reclusos o de soldados, ya que una unidad del Ejército se encontraba muy cerca del lugar. Asimismo, hemos oído hablar de la muerte de un recluso de la cárcel de Mariúpol.
Los prisioneros de guerra rusos se encarcelan con los demás reclusos comunes; una “solución temporal” de las autoridades ucranianas, que ya ha recibido críticas la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Al parecer, se planea reservar algunas instalaciones clausuradas antes de la guerra para recluir a los prisioneros rusos, quienes estarían bajo la custodia del Ejército y la dirección de la administración penitenciaria.

Oleg Tsvilyi /Vadym Chovgan. Hemos perdido toda comunicación con los reclusos de las prisiones que se encuentran bajo el control de las autoridades rusas. Todas las posibilidades de contacto con el mundo exterior se han eliminado, lo que demuestra que algo anda mal. Los rusos están imponiendo sus propias reglas, que son más duras que las ucranianas, que han cambiado mucho recientemente. Por ejemplo, se había autorizado a ciertos reclusos a tener un teléfono móvil, una tableta, una olla a presión o incluso una nevera. Las normas rusas prohíben todo esto. También nos han informado que en algunas instalaciones controladas por los rusos no hay agua, ni luz, ni electricidad. No sabemos con certeza si las autoridades rusas suministran alimentos a las prisiones de los territorios ocupados. Un ejemplo de zona gris, por así decirlo, son las prisiones de Kherson, que no parecen interesarles y las han dejado en manos de los funcionarios de prisiones ucranianos. Sin embargo, en esta región hay escasez de alimentos y las fuerzas rusas no dejan pasar el apoyo logístico. Por lo tanto, es imposible hacer llegar la ayuda humanitaria y los alimentos a través de la cadena de suministro habitual.

En los territorios ocupados, la situación difiere de una prisión a otra. Por ejemplo, los reclusos de la cárcel de Mikolayiv pasaron cinco días sin agua.En los centros penitenciarios controlados por las autoridades ucranianas, las personas reclusas se han unido al esfuerzo bélico. Algunas cosen uniformes y otras participan en las medidas de ciberseguridad ucranianas y en la lucha contra la propaganda. Para ello, dejan comentarios en los artículos de los medios de comunicación rusos y se ponen en contacto con ciudadanos de Rusia para proporcionarles información sobre la guerra. .

Vadym Chovgan. Hasta donde sé, los reclusos ya no pueden ver a sus familiares y, aunque las videoconferencias son posibles, esta opción no se utiliza lo suficiente.

Andriy Didenko. El acceso a la información varía de una región a otra. En los territorios ocupados, los canales de televisión rusos, que solo emiten propaganda, son la única fuente de información de los reclusos. En los territorios controlados por Ucrania, algunos canales se han unido para formar un único canal, que ahora emite noticias ─los reclusos tienen acceso a este canal─. Esta situación ha despertado un intenso sentimiento patriótico entre los reclusos. Por ejemplo, unas 1000 personas han expresado su deseo de alistarse en el ejército ucraniano, aunque el tiempo de servicio militar solo se considere como una suspensión de pena, y tengan que regresar a prisión al final de la guerra.

Oleg Tsvilyi. En algunas regiones, sin embargo, se sabe que las autoridades no informan debidamente a los reclusos sobre lo que sucede al exterior. Esto ocurre sobre todo en la región de Kharkiv, en la que en el pasado se han censurado partes de artículos que trataban sobre los nuevos derechos de los reclusos; parece que siguen siendo fieles a sus tradiciones. Nuestra organización está planeando llevar a cabo una visita a estas prisiones para examinar el acceso a la información de los reclusos, especialmente en lo que respecta a sus derechos y a la posibilidad de solicitar un indulto presidencial. Es curioso que en la región de Kharkiv se presenten mucho menos solicitudes de indulto que en otras regiones. En mi opinión, esto se debe a que la administración no informa a los reclusos sobre esta posibilidad.

Vadym Chovgan. Se ha concedido el indulto presidencial a 363 reclusos con experiencia militar para que se unan al frente y luchen contra las fuerzas rusas. Las personas condenadas a cadena perpetua aparentemente no son elegibles, aunque por ley deberían serlo. El tema es controvertido; se podría sacar de prisión a mucha más gente, especialmente a los que están en centros de reinserción, a quienes se les permite salir durante el día y regresar en la noche.

El problema es que también se necesita mano de obra, y es necesario encontrar un equilibrio. Muchas personas también están solicitando la libertad condicional. Sin embargo, la situación actual y los problemas de corrupción perturban el funcionamiento de los tribunales y todo tarda mucho más de lo normal. Las evacuaciones se retrasaron y no comenzaron en los primeros días de la guerra, sino que se iniciaron hace poco. En una reciente entrevista, el ministro de Justicia declaró que los primeros en evacuarse no deberían ser los reclusos, sino la población general; una afirmación que no tiene en cuenta el simple hecho de que los reclusos no pueden salir por su propia cuenta. El Ministerio de Justicia también justificó que los retrasos en los procedimientos de evacuación se deben a la imposibilidad de predecir las zonas que serán objeto de ataques. Las evacuaciones y los traslados están sujetos a una normativa específica y se realizan normalmente por ferrocarril, lo que ha complicado su puesta en marcha. Pero este problema, nada nuevo, se ha acentuado con la guerra. La red ferroviaria pasa por varias prisiones y la coordinación es muy complicada. Si se utilizaran autobuses, por ejemplo, sería más fácil.

Oleg Tsvilyi. La evacuación del complejo penitenciario Nº 88 de Tokmak, en la región de Zaporizhia, provocó un incidente hace poco tiempo: los reclusos que se trasladaron al complejo Nº 6 de la región de Kirovohrad, recibieron palizas masivas a su llegada. Al parecer, los responsables eran miembros de la Guardia Nacional de Ucrania¹. Tras los hechos se abrió una investigación y ciertos elementos indican que las autoridades penitenciarias también estarían implicadas. Las imágenes del incidente se han difundido ampliamente. Al parecer, los reclusos que presentaron quejas fueron obligados a retirarlas; los que se negaron se trasladaron a la región de Mikolayiv, la más cercana al frente.

Vadym Chovgan. El Consejo de la Sociedad Civil del Ministerio de Justicia ha planteado la necesidad de contar con instrucciones claras sobre el procedimiento que debe seguir la administración penitenciaria en caso de bombardeos. ¿Se debe liberar a los reclusos o mantenerlos en prisión, sin importar los riesgos? ¿Qué consecuencias tiene una fuga? En mi opinión, no debería castigarse a un recluso que se escapa en medio de una situación de esta magnitud, y el reglamento debería explicitarlo. El concepto de “defensa necesaria” incluido en el Código Penal establece que un delito no se considera como tal si se ha cometido con el fin de proteger un interés superior. En la situación actual, este concepto debería aplicarse y explicarse a los reclusos. Al día de hoy, en el estado actual de guerra solo una cosa se ha legalizado: matar a los soldados rusos. .
Si un recluso no regresa en la noche al centro de reinserción, incluso durante un bombardeo, se considera una fuga, y no debería ser así. Por lo tanto, es indispensable dejar claro cuándo la fuga es legítima y legal, especialmente para las personas en centros de reinserción. Es necesario crear leyes y reglamentos de emergencia y no se está haciendo: el ministerio no quiere asumir la responsabilidad de la liberación de los reclusos y la administración penitenciaria no quiere asumir sus obligaciones en el terreno. Incluso en los territorios controlados por Ucrania, las prisiones se han abandonado a su suerte, al punto de que la administración general de la región de Kherson preguntó a la secretaría del presidente: ¿Cómo esperan que funcionemos bajo la ocupación y sin recursos?”