OKS. El deporte es beneficioso para los reclusos y les permite mejorar sus condiciones de reclusión. La vida de estos jóvenes es sedentaria y por el hecho de vivir en lugares cerrados están sujetos a enfermedades. Por lo tanto, es necesario que desarrollen su motricidad. Antes de que iniciáramos nuestras actividades en prisión, muchos jóvenes sufrían de enfermedades causadas por el sedentarismo, como la diabetes o el sobrepeso. Ahora, ya no vemos ese tipo de casos, lo que es algo muy positivo. A través de este programa deportivo, realizamos también un trabajo educativo y de socialización, ya que tratamos de transmitir mensajes positivos a estos jóvenes que han infringido la ley.
La organización de los partidos también nos ayuda a mantener los vínculos entre los reclusos y el personal penitenciario. El fútbol reduce la tensión y facilita el diálogo; es mucho más fácil hablar después de haber jugado juntos.
Otro de nuestros objetivos es cambiar la visión que tienen los ciudadanos de la prisión. Para ello, invitamos a personas del exterior a que vengan a jugar partidos con los reclusos. En África, los reclusos se consideran los desechos de la sociedad. Pero cuando las personas del exterior entran en prisión, se dan cuenta de que son seres humanos como ellos.
Después del partido, podemos organizar un encuentro entre los reclusos y las personas del exterior. Las personas que realizan la actividad cambian de opinión e incluso a menudo desean regresar, ya que se dan cuenta de que los que están allí dentro necesitan ayuda y que ellas pueden ofrecérsela. Su manera de ver a los reclusos cambia y les permite dejar a un lado los prejuicios.
Los partidos también permiten a los reclusos mantener los vínculos con la sociedad y, de este modo, facilitar su integración. Los reclusos que participan en nuestras actividades asimilan las reglas y respetan la disciplina. Llevamos una especie de baremo para notar la disciplina, en el que tenemos en cuenta ciertos criterios como el trabajo en equipo o el desempeño personal. Es la manera en que podemos recompensarlos y facilitar su futura reinserción. Además de las actividades deportivas, organizamos talleres de panadería, agricultura, apicultura, costura, estética, etc. para enseñar a los reclusos ocupaciones que generen empleo. El deporte no es lo único que hacemos, en realidad este es un pretexto para alcanzar nuestro objetivo principal: la reinserción.