Mi arresto fue particularmente difícil. La Brigada de Represión del Bandidaje (BRB) me vigilaba día y noche y aquel día no me dejaron escapar. El seguimiento comenzó a las 14:00. En ese momento no trabajaba porque estaba de baja laboral. Hacia las 16:30 fui a recoger a mi hija al colegio. Estábamos cruzando el paso de peatones de la mano, cuando por poco un coche nos atropella. Al principio, no entendía lo que estaba sucediendo. Y entonces, vi una decena de policías que venían hacia mí y me decían que estaban ahí para arrestarme. Mi hija, que tenía cuatro años en esa época, de inmediato se dio cuenta de que algo no estaba bien y se pegó a mi pierna como un koala. Cuando los agentes me esposaron, me pregunté qué iba a pasar con mi hija. Pero en ese momento llegó una policía y la tomó en sus brazos. Los agentes llamaron a mi esposa para prevenirla. Mi hija no decía una sola palabra, quedó como muda. Me despedí de ella, pero no levantó la mirada ni una sola vez. No lloró, se mantuvo impasible, sin expresar ninguna emoción. Intenté estrecharla entre mis brazos, pero sus brazos no se despegaron de su cuerpo.
Los policías habrían podido arrestarme más temprano, a las 16:00 o a las 16:15, pero temían que me escapase, así que prefirieron hacerlo cuando estaba con mi hija. Luego supe que es costumbre de la BRB llevar a cabo los arrestos delante de los colegios y los niños.
Esta escena me atormentó durante mucho tiempo. La primera vez que pude tener al teléfono a mi esposa, me dijo que la niña estaba traumatizada, que dejó de hablar durante un tiempo. Todo eso me dejó desolado.
Mi esposa también me contó que varios días después de mi detención fueron las dos juntas al supermercado, en el que, como de costumbre, había un agente de seguridad en la entrada. Cuando mi hija se dio cuenta de que el hombre llevaba un walkie-talkie se tiró al suelo en una crisis de histeria. Tenía miedo, no quería entrar en la tienda, y tiraba a su madre hacia la salida. Al principio, mi esposa no entendía nada y se lo tomó mal, pero luego hizo la conexión con el arresto.