Los centros penitenciarios psiquiátricos (Penitentiary Psychiatric Center, PPC)¶
El sistema penitenciario cuenta con un total de cuatro PPC en el territorio metropolitano. Estos centros, dotados de 670 plazas, están a cargo del Ministerio de Justicia. Por lo general, se sitúan en el mismo recinto de las prisiones y acogen a las personas condenadas conjuntamente a una pena de prisión y a una orden TBS. Las personas bajo TBS que no son objeto de una condena también pueden ser conducidas a un PPC cuando los demás centros específicos no disponen de cupos. Las personas privadas de libertad pueden trasladarse a un PPC si presentan un trastorno mental severo que torne imposible la reclusión en régimen ordinario. Las personas privadas de libertad que sufren de un trastorno mental generalmente se trasladan a un PPC cuando se encuentran en un estado crisis psicótica o si representan un peligro para sí mismas o para los demás. El servicio médico de la prisión (PMO) solicita el traslado al Instituto Holandés de Psiquiatría y Psicología Forense (NIFP). Si la respuesta es positiva, la administración penitenciaria asegura el traslado, que puede llevarse a cabo sin el consentimiento del recluso. Una persona que ha sido imputada puede ser trasladada desde una comisaria hacia un PPC. El juez de instrucción puede igualmente decretar el internamiento desde el inicio de la reclusión, pero en este caso es necesaria la opinión de un psiquiatra.
Traslados. El psicólogo responsable de la admisión en PPC no está presente durante los fines de semana, por lo tanto, ningún internamiento es posible en estos días. Las personas que presentan un grave riesgo de suicidio pueden permanecer temporalmente en celdas de aislamiento.
Duración del internamiento. El CPT indicó que el internamiento en PPC dura en promedio entre cuatro y seis meses. El internamiento en PPC de una persona privada de libertad no puede exceder la duración de su condena.
Revisión de la medida. La persona privada de libertad regresa a prisión tan pronto su estado mental se considera estable. La medida de internamiento en PPC puede apelarse ante el Consejo para la Administración de la Justicia Penal y la Protección de la Juventud (Raad voor strafrechtstoepassing en jeugdbescherming- RSJ).
Vida cotidiana¶
Las personas internadas en un PPC disponen de celdas individuales y no tienen acceso a sus llaves. El CPT constató que en algunos casos pasan hasta 17 horas al día encerradas en su habitación sin tener contacto con los otros pacientes reclusos ni con el personal. Por otra parte, se les permite trabajar, participar en actividades deportivas, y acceder a la biblioteca y a los espacios comunes durante su tiempo libre.
El CPT señaló que el uso del aislamiento disciplinario es escaso y que el personal toma en cuenta el estado de salud mental de la persona. El aislamiento puede efectuarse en la habitación, en los PPC de Zwolle y de Scheveningen. Esta medida no puede superar las dos semanas. En estos dos centros, las personas se trasladan a las celdas de aislamiento bajo la vigilancia del equipo de intervención especial (Intern Bijstand Team, IBT), incluso cuando han consentido a la medida. El CPT indicó que se les realizan registros corporales automáticamente y se les obliga a usar una bata. Muchas personas han denunciado que el IBT hace uso de la fuerza, incluso cuando los pacientes no oponen resistencia. El CPT reportó el caso de algunas personas que afirmaron que, antes de su traslado a las celdas de aislamiento, los miembros del IBT les infligieron varias patadas y bastonazos en las piernas, mientras estaban tumbadas en el suelo y con sus manos esposadas detrás de su espalda.
Tratamiento¶
El personal sanitario establece planes de tratamiento individual y los revisa de manera regular. El CPT indicó que los planes de tratamiento del PPC de Schevingen prevén principalmente la prescripción de psicotrópicos.
Las personas internadas en el PPC de Schevingen pueden consultar un psicólogo una vez a la semana y un psiquiatra una vez al mes. El CPT constató que este no es el caso para todos los pacientes. Algunos pacientes reclusos tienen acceso a la musicoterapia o a psicoterapias individuales. El CPT observó que en el PPC de Zwolle se ofrecen numerosas terapias no farmacológicas. Consideró, sin embargo, que en ciertos casos el uso de medicamentos es demasiado frecuente: a dos pacientes les prescribieron cuatro medicamentos psicoactivos diferentes.
Los pacientes reclusos sujetos a una orden TBS reciben un tratamiento adaptado al trastorno psiquiátrico del que sufren.
Formación del personal¶
Formación del personal sanitario. El equipo médico del PPC de Scheveningen lo conforman 11 psicólogos, dos enfermeros en “psiquiatría social” y 18 enfermeros psiquiátricos. El personal recibe una formación para lidiar con las agresiones verbales y con la negativa a cooperar de los pacientes reclusos. Además, siguen una formación para conocer los medicamentos y sus efectos secundarios.
Formación del personal de seguridad. En 2016, el PPC de Scheveningen contaba con 94 agentes penitenciarios. El personal recibe una formación de dos años sobre los cuidados psiquiátricos. El PPC de Zwolle brinda varias formaciones cada año, en las que se abordan distintas temáticas: tendencias suicidas, autismo o incluso psicofarmacología. El CPT señaló que los equipos de intervención especial (IBT) disponen de una formación específica para la gestión de personas con trastornos mentales.
Continuidad del tratamiento¶
Al menos seis semanas antes del término de la TBS, los establecimientos deben preparar un plan que permita a los pacientes continuar con sus tratamientos.
Las personas privadas de libertad pueden trasladarse en régimen de reclusión ordinario en caso de rechazar su tratamiento. La información médica no siempre se comunica al servicio de salud de la prisión, por lo que la continuidad de los tratamientos en estos casos resulta difícil. Por otra parte, las penas de corta duración impiden garantizar la continuidad de los tratamientos.
Centros específicos para las personas sujetas a una orden TBS¶
El juez decide sobre el internamiento de las personas bajo TBS, quienes pueden remitirse a un centro psiquiátrico forense (FPC) o a une clínica psiquiátrica forense (FPK).
FPC. Siete centros psiquiátricos forenses (Forensich Psychiatrisch Centrum) acogen a las personas bajo TBS que sufren de trastornos psiquiátricos graves, como la esquizofrenia, y que requieren de un “alto grado de seguridad”. Estos establecimientos, que son competencia del Ministerio de Justicia, disponen de “unidades de tratamiento de larga duración”.
El internamiento de la persona en un FPC no requiere de su consentimiento. La mayor parte de los pacientes sufren de una adicción o de un trastorno mental.
Una persona privada de libertad puede ser internada en FPC si es beneficiaria de la libertad condicional.
Las unidades de larga duración son destinadas a los pacientes que han estado en FPC desde al menos seis años y que han pasado por varios centros psiquiátricos. Este internamiento se ordena cuando el establecimiento considera que la persona representa un peligro grave y que su estado no tendrá ninguna mejoría. Cada tres años, el Comité Consultativo Nacional Independiente sobre la Atención Psiquiátrica Forense de Larga Duración (Landelijke Adviescommissie Plaatsing Longstay Forensische Zorg, LAP) evalúa, con base en peritajes independientes, si el paciente debe permanecer en un FPC o reanudar su anterior tratamiento. También puede ocurrir que los FPC acojan a personas que no están sometidas a una medida de TBS.
FPK. Las Clínicas psiquiátricas forenses (Forensisch Psychiatrische Klinieken,) acogen a las personas sujetas a una orden TBS que representan un riesgo considerado como más bajo. El internamiento requiere del consentimiento del paciente. Una persona privada de libertad puede trasladarse a una de estas clínicas cuando es beneficiaria de libertad condicional. El país cuenta con cinco FPK, que son competencia del Ministerio de Sanidad y están bajo la responsabilidad de un centro de salud mental.
El establecimiento recibe a la vez a personas bajo TBS condicional o incondicional.
- TBS condicional: las personas son internadas con su acuerdo. La decisión de internamiento se toma al momento del juicio o después de la ejecución de la pena de prisión.
- TBS incondicional: las personas internadas son juzgadas parcialmente peligrosas.
Las personas dependientes a sustancias pueden ser ubicadas en FPC o FPK si sufren también de un trastorno mental.
Traslados. Los plazos de traslado hacia los FPC y FPK suelen ser largos en razón de la falta de plazas. Las personas bajo TBS que esperan su traslado pueden ser ubicadas en centros penitenciarios por una duración máxima de un año y, por lo general, permanecen en las unidades de cuidados adicionales (EZV).
Duración del internamiento. La TBS dura en promedio ocho años. En teoría, la duración total de la medida no debe exceder de cuatro años por los delitos menores y si se trata de una TBS condicional, no puede exceder de nueve años. Sin embargo, el 10 % de las personas bajo TBS que son internadas en las “unidades de larga duración” de los FPC se quedan más de 15 años. El internamiento puede durar hasta el deceso de la persona.
Revisión de la medida. La TBS puede renovarse cada dos años, de manera indefinida. El procurador solicita al tribunal que prorrogue la medida, que debe justificarse por la presencia de un riesgo para la “seguridad pública”.
La medida puede renovarse de manera indefinida para los autores de delitos particularmente graves. Una pericia psiquiátrica independiente se realiza cada cuatro años para evaluar la evolución del paciente. Tras dicha evaluación, se debe concluir que existe un riesgo de reincidencia mínimo para que la persona pueda ser liberada.
La TBS incondicional debe revisarse en todas las etapas del proceso de tratamiento. Cada tres años, las personas internadas en la unidad de larga duración de los FPC son objeto de evaluación, con el fin de estimar su capacidad para volver a los servicios generales del establecimiento.
La orden TBS puede apelarse y e procedimiento es similar al de una apelación contra una pena de prisión. Las objeciones relativas al internamiento en unidad de larga duración de los FPC se remiten al RSJ.
Vida cotidiana¶
Las personas internadas en FPC o en FPK se consideran como pacientes y sus condiciones de vida son cercanas a las de un hospital psiquiátrico. Los pacientes pueden poseer objetos personales, no se les obliga a trabajar y pueden pasar más de cuatro horas diarias en los espacios comunes. Las habitaciones son individuales, los pacientes disponen de la llave, y se les permite amoblarlas. Ni a los pacientes ni al personal se les exige llevar un traje específico.
Los pacientes de un mismo establecimiento no están sujetos a las mismas medidas de seguridad. Las personas adquieren mayor libertad a medida que avanza su tratamiento. Primero son ubicadas en una unidad cerrada, antes de tener derecho a desplazarse y luego a obtener autorizaciones de salida. Los FPC disponen de una unidad de cuidados intensivos destinada a las personas que tienen un riesgo elevado de fuga.
Se favorece el contacto con las familias y el exterior, por lo que se autorizan numerosas visitas. Algunos establecimientos disponen de apartamentos que pueden acoger a los pacientes y sus familias durante algunos días.
El reglamento y las instrucciones para el mantenimiento del orden son casi las mismas que se observan en prisión. La medida de aislamiento es limitada a cuatro semanas. Las sanciones disciplinarias se traducen en la privación de actividades colectivas o en la suspensión de las visitas por un máximo de dos semanas.
Tratamiento¶
Dentro de los tres meses siguientes a la hospitalización de una persona bajo TBS, se debe elaborar un plan de tratamiento individual, con su participación activa. Cada dos semanas, se organiza una consulta con varios profesionales de la salud (psiquiatras, médicos, psicólogos y enfermeros), y otras pueden ser previstas en función de las necesidades del paciente.
Se organizan terapias individuales y de grupo y se proponen talleres de farmacoterapia o de terapia creativa. Con frecuencia se conceden permisos de salida a los pacientes con la finalidad de preparar su reinserción. Los individuos que han cometido agresiones pueden seguir programas específicos para el control de los comportamientos impulsivos. El FPK de Assen cuenta con una unidad especial para los autores de delitos sexuales.
Si los pacientes no consienten al tratamiento, se trasladan a las unidades de larga duración de los FPC, en las que no tienen acceso a las terapias de grupo y la oferta de cuidados es reducida.
Un paciente en estado de crisis psicótica puede recibir tratamiento sin su consentimiento. Estos últimos son generalmente cortos en razón de las condiciones estrictas que los enmarcan.
Formación del personal¶
Formación del personal de seguridad. Los FPC no disponen de guardias penitenciarios.
Formación del personal sanitario. El personal recibe una formación en seguridad. Los psicólogos y los psiquiatras son especialistas en los cuidados de las personas privadas de libertad. Algunos enfermeros disponen de formaciones de trabajadores sociales o socio-terapeutas. Cada año, se proponen módulos suplementarios, por ejemplo, sobre la gestión de la agresividad.
Continuidad del tratamiento¶
Las autorizaciones de salida, consideradas como fundamentales en el tratamiento, permiten la reinserción progresiva de los pacientes. Su duración pasa de algunas horas a algunos días, en función de la evolución del tratamiento. Todas las autorizaciones de salida son supervisadas.
El juez decide el término de la TBS; la persona beneficia generalmente de la libertad condicional y es puesta a cargo del centro de inserción social. Los FPS y los FPK cooperan con estos centros a fin de asegurar la transición.
La libertad condicional puede renovarse indefinidamente si la persona representa un peligro para sí misma o para un tercero. Una vez obtenida la libertad definitiva, la ley no prevé la continuidad del tratamiento. Los equipos de cuidados ambulatorios continúan, en algunos casos, el seguimiento de ciertos pacientes.