La población carcelaria en Nueva Zelanda se ha casi duplicado durante los últimos quince años. El recurso a la prisión preventiva se ha incrementado como consecuencia de una estricta legislación que controla la libertad bajo fianza.

El Ministerio de Servicios Correccionales ha anunciado la construcción de nuevas celdas con una capacidad para 1800 camas adicionales. Serco, una empresa británica de seguridad, y el consorcio Secure Future financiarán estos proyectos en asociación público-privada.

Serco estuvo implicada en un escándalo por la gestión de la prisión privada de Monte Edén. Algunos videos difundidos en internet, en febrero de 2015, mostraban a los internos organizando peleas entre ellos, mientras los guardias permanecían inactivos en otras partes del establecimiento. En julio de ese año, el Ministerio de Servicios Correccionales intervino para retomar el control de la prisión y hacerse cargo de la administración. Serco tuvo que pagar al Estado una multa de ocho millones de dólares (siete millones y medio de euros).