El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) condena regularmente a Rumanía por las condiciones de reclusión inadecuadas y el trato inhumano que se inflige a los presos (violación del artículo 3 del Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales). La sobrepoblación carcelaria sigue siendo alarmante.

Pese a las reformas emprendidas en 2014, con la entrada en vigor del nuevo Código Penal, del Código de Procedimiento Penal y de la nueva legislación sobre la libertad condicional y las penas privativas y no privativas de la libertad, la prisión preventiva se sigue aplicando de manera significativa y por periodos más largos que la media europea. En 2015, el Comité Europeo para la prevención de la tortura (CPT) manifestó su preocupación con respecto a este tema.

En 2015, también se completó el proceso legislativo que designó al Defensor del Pueblo como Mecanismo Nacional de Prevención.