Introducción

Dos tendencias opuestas marcaron el año 2015.

Por una parte, se instauró la ley de 15 de agosto de 2014, que refuerza el principio de la individualización de la pena, a través de dos medidas principales: «La contrainte pénale[^1]» y « La libération sous contrainte[^2]», con el fin de favorecer el cumplimiento de las penas dentro de la comunidad (fuera de prisión) y sustituir una serie de disposiciones aplicadas automáticamente —penas mínimas, revocación indeliberada de la suspensión de la pena, prolongación de los plazos para la adaptación de las penas de los reincidentes, etc.—. Esta ley constituye un avance a pesar de la lentitud de su puesta en marcha. Del mismo modo, se notó un progreso en cuanto al acceso de los medios de comunicación a los establecimientos penitenciarios: ahora los periodistas pueden acompañar a los parlamentarios durante sus visitas a las prisiones.

Por otra parte, se observó un incremento de la sobrepoblación carcelaria, pese al aumento regular del número de plazas disponibles, y se produjo un endurecimiento de la política penal, a raíz de los atentados de enero y noviembre de 2015. Actualmente, el debate se centra en torno a la radicalización islámica. Los permisos de salida se pusieron en tela de juicio durante el otoño de 2015, aunque unánimemente se reconozca que son esenciales para que las personas privadas de libertad se preparen para su excarcelación.

Además de esto, persisten otros problemas: las malas condiciones de reclusión, el escaso acceso al trabajo, la baja remuneración, la falta de cobertura de las necesidades de formación, la dificultad para mantener los vínculos familiares, el peso que supone la reclusión para los familiares, la falta de preparación para la salida, la falta de personal penitenciario, la reducción de las subvenciones públicas a las asociaciones que trabajan en favor de la reinserción de los reclusos, entre otros.

[^1]:La contrainte pénale es una medida alternativa al encarcelamiento, que impone ciertas obligaciones y prohibiciones a una persona condenada por un periodo de hasta cinco años.

[^2]:La liberation sous contrainte es una medida que permite al condenado terminar de cumplir su pena al exterior. Esta liberación puede otorgarse a las personas que hayan sido condenadas a máximo cinco anos de prisión, que hayan cumplido un tercio de su pena, que puedan garantizar su reinserción, y que no presenten riesgo de reincidencia. El juez de ejecución de penas es el encargado de evaluar la situación de cada individuo.

Población del país

66.380.602

Tipo de Gobierno

República parlamentaria semipresidencial

Índice de desarrollo humano

0,897

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2016
/ PNUD