Sistema penitenciario

Al 1 de enero de 2015, hay un total de 188 establecimientos penitenciarios : 91 cárceles para penas cortas o prisión preventiva; 88 establecimientos para el cumplimiento de penas, entre ellos, 11 prisiones de máxima seguridad y 6 centros de semilibertad; 6 establecimientos penitenciarios para menores, y un centro nacional de evaluación (centro que evalúa el perfil de los penados, ya sea para asignarlos a un establecimiento o dictar una medida de retención de seguridad). Las mujeres son separadas de los hombres, y los menores de los adultos.

El número de plazas operacionales (plazas disponibles) es de 57 841.

Los establecimientos se dividen principalmente en tres categorías:

Las cárceles (maisons d’arrêt) para las personas a la espera de juicio o condenadas a penas cortas (de hasta dos años)


Los centros de reclusión (centres de détention) que albergan a las personas condenadas a medianas y largas penas y cuyo régimen de reclusión está encaminado principalmente a preparar a los reclusos para la salida.


Las prisiones de máxima seguridad (maisons centrales) con un régimen de reclusión más estricto, que albergan a las personas condenadas a largas penas.

Un número creciente de establecimientos llamados centros penitenciarios (centres pénitentiaires) agrupan, en módulos distintos, dos de las tres categorías previamente mencionadas. Estos centros son criticados por el hecho de aplicar a todos los reclusos el régimen más restrictivo de los dos.

El tamaño de las instalaciones es muy variable, desde menos de 30 plazas (cárcel de Montluçon, 21 plazas) hasta cerca de 3000 (Fléury-Mérogis, la más grande de Europa, con 2857 plazas, pero 4014 reclusos).

Los establecimientos más pequeños, los más antiguos, están destinados a desaparecer, ya que no se invierte lo suficiente en su mantenimiento (maison d’arrêt de Auxerre o de Cheerbourg, construidas en 1853 y 1862).

En 2015, se abrieron tres nuevos establecimientos (cinco en el 2014): módulo de semilibertad de Bois d’Arcy (60 plazas); centro penitenciario de Beauvais (594 plazas), y el centro penitenciario de Valence (456 plazas). Cabe mencionar igualmente la extensión de la cárcel de Majicavo (segunda fase, 161 plazas en total). Todos estos establecimientos son más grandes, tienen mayor seguridad, se encuentran más alejados de las ciudades y están dotados de medios de vigilancia electrónica reforzados. A finales de 2015, Francia contaba con una prisión de menos y con 720 plazas de más, lo que ilustra el tamaño cada vez más considerable de los nuevos establecimientos.

La construcción y la gestión de estos nuevos establecimientos son compartidas con el sector privado. Al 1 de enero de 2015, 54 establecimientos son gestionados en asociación público-privada (APP). Estos albergan a más de la mitad de reclusos de Francia. El sector privado asume las tareas de funcionamiento: restauración, formación, trabajo, mantenimiento. La dirección y los servicios de vigilancia, secretaría, libertad vigilada y reinserción, son responsabilidad del Estado.

Si bien las APP gozan de comodidades en términos de movilización y financiación pública a corto plazo, estas son regularmente puestas en tela de juicio debido a sus consecuencias a largo y mediano plazo: costes excesivos, margen de maniobra reducido de la acción pública y rigidez de los presupuestos dedicados a la prisión.

Al 1 de enero de 2015, el número total de funcionarios de la administración penitenciaria se elevaba a 36 535 (35 863 al 1 de enero de 2014).

El personal se compone de:

  • 502 personal directivos
  • 26 734 personales de vigilancia
  • 538 personales de servicios penitenciarios de inserción y libertad vigilada (SPIP), que garantizan el seguimiento de las personas bajo la tutela de la justicia. Este personal participa en la decisión judicial (adaptación de la pena), en la preparación para la salida de los reclusos y en la organización de la vida cultural de los establecimientos.
  • 2915 personales administrativos
  • 618 personales técnicos
  • 1228 otros (contractuales, capellanes, etc.).

La administración penitenciaria no publica el número de personal de salud ni de personal educativo (al 1 de enero de 2014, hay 483,5 puestos de profesores de primer y segundo grado). El Ministerio de Salud es competente del personal sanitario y el Ministerio de Educación del personal educativo.

Se observa una situación común entre todos los establecimientos: la falta de medios financieros y humanos que entorpece sus acciones. En el 2015, el personal penitenciario —tanto guardias como trabajadores sociales— inició varios movimientos sociales importantes.

La selección del personal de vigilancia es deficiente debido a las considerables necesidades de nuevo personal y al poco reconocimiento del empleo de guardia. La duración de la formación en la Escuela Nacional de la Administración Penitenciaria (ENAP) es de ocho meses (en alternancia); el candidato, de mínimo 19 años, debe ser titular de un diploma de primer ciclo o de un diploma equivalente. El reclutamiento de guardias, primeros interlocutores de los reclusos, no tiene en cuenta las cualidades humanas que requiere esta función; sus tareas son particularmente difíciles, sobre todo en condiciones de sobrepoblación.

Ratio número de vigilantes/número de reclusos

0,4

i
01/01/2015
/ Administración Penitenciaria

Ratio número de personal socio-educativo/reclusos

0,076

i
01/01/2015
/ Admnistración Penitenciaria