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Las enfermedades más comunes en prisión están cólera y tuberculosis. Esta enfermedad, cuyo riesgo de contagio es de cuatro a cinco veces mayor en la prisión que al exterior, causa diariamente la muerte a una media de 63 filipinos.
Los problemas de salud son frecuentes y sobrevienen principalmente debido a la falta de agua potable y a las condiciones sanitarias deficientes. La mala ventilación y la sobrepoblación también favorecen los riesgos de contraer enfermedades; muchos de los fallecimientos son causados por enfermedades pulmonares1.


  1. Philippines drug war turns jail into a haven en Reuters, 9 Noviembre 2016 (en inglés). 

  • En julio de 2016, en la prisión de Quezón se desató una epidemia de cólera[^Cólera] a causa del consumo de agua no potable. El riesgo de tuberculosis también es un problema considerable1.


    1. Sistema D en las prisiones sobrepobladas de Filipinas” en Le Temps, 6 de mayo de 2016 (en francés) 

La administración penitenciaria propone actividades a los reclusos

Las posibilidades de divertirse o aprender son más bien escasas. Sin embargo, algunos establecimientos logran organizar algunas actividades como: cursos de moral impartidas por las organizaciones religiosas, clases de coro o baile y talleres manuales de reparación o de pintura[^actividades].

[^actividades]:“Sistema D en las prisiones sobrepobladas de Filipinas” (Système D dans les prisons surpeuplées des Philippines) en Le Temps, 6 de mayo de 2016 (en francés).

  • Los reclusos de la prisión de Cebú, que se han vuelto famosos gracias a sus coreografías que se difunden por internet1, participaron en 2010 en la promoción de “This is it”, tras ser contactados por el coreógrafo de Michael Jackson. Los turistas y los visitantes pueden ver sus presentaciones, que se realizan una vez al mes.

    Un concurso televisivo de cocina tuvo lugar en 2012 en la prisión de Bilibid, como parte de un programa de reinserción cuyo objetivo era enseñar un oficio a los reclusos para prepararlos para su salida y promover el compañerismo entre las diferentes pandillas.


    1. Los reclusos de la cárcel de Cebú reproducen las coreografías de Thriller, Gangnam Style y bailan para “This is it” 

Sin embargo, el presidente Roberto Duterte, que a lo largo de su campaña electoral manifestó su intención de poner fin al tráfico de drogas mediante la ejecución de decenas de miles de personas, busca restablecerla.

Amnistía Internacional publicó el 31 de enero de 2017, un informe acerca de las numerosas ejecuciones sumarias ordenadas por el Gobierno. La policía e incluso los ciudadanos están autorizados a matar a toda persona sospechosa de vender o consumir drogas. Las cifras oficiales contabilizan, desde la llegada al poder de Duterte, 2551 muertes a manos de la policía y cerca de 4000 en circunstancias inexplicables.

Las víctimas suelen estar indefensas y son dadas de baja incluso después de haberse rendido; a veces se trata de niños. Las personas son denunciadas por terceros y ninguna investigación se lleva a cabo antes de su ejecución. La policía fabrica pruebas, saquea a las víctimas, redacta informes de incidentes falsos y contrata a sicarios para encargarse de las ejecuciones.

Amnistía Internacional denuncia un posible crimen contra la humanidad. Esta es una guerra en la cual los pobres son el objetivo. La organización describe una “economía del asesinato.” Los policías son remunerados —en efectivo y en secreto— tras cada enfrentamiento, con un precio por persona implicada. En cambio, no reciben ninguna bonificación por las detenciones.

  • Gener Rondina es una víctima del “régimen de depuración”. Los familiares de Gener Rondina, asesinado a manos de la policía, cuentan que varios agentes entraron en su casa. A pesar de que la víctima se rindió sin oponer resistencia y pidió que lo dejaran en vida, los policías sacaron a los testigos de la habitación y dispararon. Los familiares escucharon los disparos desde afuera y luego vieron a los agentes transportar el cuerpo sin vida. Había sangre por toda la casa. Los objetos de valor (ordenador, reloj, dinero) desaparecieron y no se incluyeron en el inventario elaborado por la policía.

Los presos políticos se encuentran, en su mayoría, en prisión preventiva y son encarcelados con los demás reclusos, en las mismas condiciones. Las organizaciones centran sus esfuerzos en la defensa de las personas que han sido encarceladas por motivos políticos pero que enfrentan cargos penales. El Gobierno y las organizaciones de derechos humanos no tienen la misma definición de “preso político”. Las autoridades suelen fabricar pruebas falsas y mantener a los reclusos por un tiempo superior a la duración de su pena.

A finales de 2015, la Oficina de Administración de Prisiones y Penología (BJMP) y la Oficina Correccional contabilizaron 1326 presos políticos, acusados de delitos contra la seguridad nacional. La BJMP cuenta entre ellos a los reclusos de alto riesgo acusados de infracciones asociadas a una opinión política, que son recluidos en un módulo especial de máxima seguridad, y que pertenecen a grupos políticos —a menudo armados— en conflicto con el Gobierno: el Partido Comunista de Filipinas (PCP), el Nuevo Ejército del Pueblo (NPA), el Frente Nacional Democrático (NDF), el Frente Moro de Liberación Islámica (MILF), el Grupo Abu Sayyaf (ASG), Jemaah Islamiya (JI) y otros grupos de extrema derecha y de extrema izquierda.

  • Del 3 al 10 de diciembre de 2016, varios miembros del Frente Democrático Nacional de Filipinas organizaron un ayuno solidario, al que se unieron los reclusos y sus familiares, para apoyar a los 401 presos políticos encarcelados a la fecha de 31 de octubre de 2016. En su mayoría, se trata de militantes arrestados bajo falsos cargos, acusados de pertenecer a grupos armados y participar en la rebelión comunista armada. Si bien en un principio el Gobierno aceptó su liberación, estas personas todavía permanecen detenidas. Los activistas se preocupan por la lentitud de los procesos judiciales y la inconsistencia de los pronunciamientos gubernamentales.

Los reclusos menores están separados de los adultos

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Las mujeres son detenidas en differentes establecimientos. El único establecimiento penitenciario destinado exclusivamente para las mujeres es la Institución Correccional para Mujeres de Mandaluyong, que presenta altos índices de hacinamiento: en abril de 2015, acogió a 2273 reclusas en 1500 plazas. En estas instalaciones, las celdas “individuales” tienen cuatro camas y las zonas comunes tales como el vestíbulo y la cafetería terminan transformándose en dormitorios1.
La Oficina de Administración de Prisiones y Penología (BJMP) acoge a las mujeres en 459 de sus establecimientos penitenciarios.


  1. “La Institución Correccional para Mujeres” en Rappler, 17 de Abril de 2015 (Inglés) 

  • En 2013, más del 90% de las mujeres fueron encarceladas por delitos no violentos, particularmente relacionados con las drogas (51.8%) y la propiedad (35%); el 61% de las reclusas tiene entre 40 y 59 años; la mayoría ha beneficiado de alguna formación, el 40% tiene nivel universitario, el 30% fue a la escuela secundaria y solo el 15% está sin empleo.

El Comité de las Naciones Unidas contra la Tortura denunció durante el Examen Periódico, el 28 de abril de 2016, los actos de violencia infligidos a las personas detenidas, quienes suelen ser objeto de puños, patadas, descargas eléctricas e intentos de ahogamiento. Una relatora de la Comisión declaró: “Las personas detenidas son torturadas con los métodos más abyectos”, y atribuyó dichos abusos a la mala organización de la justicia, a la ausencia de un registro sistemático de los prisioneros y a la trasgresión del derecho a la defensa.
Existen lugares secretos de detención que sirven como escenarios de torturas (ver Detención arbitraria y secreta). La Comisión de Derechos Humanos de Filipinas descubrió un sitio ubicado en la provincia de Laguna en el que la policía usaba una ruleta para elegir el método de tortura que aplicaría a cada persona detenida1. Las investigaciones del Gobierno, iniciadas en 2015, aún no han progresado.


  1. Amnistía Internacional: la ruleta de la tortura, 27 de enero de 2015. 

  • En mayo de 2015, se difundió un vídeo en la televisión nacional, en el que aparece el jefe de la policía de la ciudad de Carmona golpeando a un recluso con una gran tabla de madera. Amnistía Internacional señaló en su informe 2015/2016 que el funcionario había sido retirado de su cargo.

La administración delega a empresas privadas la gestión, parcial o total, de los establecimientos penitenciarios

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  • El antiguo Gobierno elaboró un proyecto para la construcción de una nueva prisión, con una capacidad para 26 880 reclusos. Este establecimiento, que sería uno de los más grandes del mundo, albergaría a las personas de New Bilibid y de la institución correccional para mujeres. El Gobierno ofreció a una empresa privada un contrato de 1.1 mil millones de dólares para la construcción y gestión por 23 años. Dicho proyecto se ha pospuesto pese al interés que manifestaron tres multinacionales1.


    1. Philippines offers private firms $1.1 bln tender to build, maintain jail” en Reuters, 16 de marzo de 2015 y “Three Philippine frims in race for $1.1 bln prison project” en Reuters, 26 de junio de 2015 (en inglés). 

Número de fugas

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  • Una serie de fugas tuvo lugar a principios de 2017. La prisión de Kidapawan, por ejemplo, fue atacada, en enero, por un centenar de hombres armados que permitieron la evasión de 158 reclusos. Según las autoridades, los atacantes pertenecían a una facción disidente del Frente Moro Islámico de Liberación (MILF). Un guardia falleció durante el enfrentamiento1.

    En febrero de 2017, trece personas detenidas en el establecimiento penitenciario de San Fernando, acusadas de delitos relacionados con drogas, lograron escaparse tras cortar los barrotes metálicos de la celda2.


    1. Fuga de película en una cárcel de Filipinas en Clarín, 4 de enero de 2017. 

    2. Thirteen esacpe in prison break near Manila” “en Al Jazeera, 26 de febrero de 2017 

Se registran los actos de protesta individuales

  • En octubre de 2016, una protesta contra el director de la prisión de Quezón se convirtió en motín; los reclusos se oponían a que todas las personas sospechosas de tráfico de droga fueran segregadas en un mismo dormitorio. El director del establecimiento deseaba hacerles seguir un programa específico que incluía terapia, deporte y actividades espirituales. Los reclusos subieron al techo de un edificio del que lanzaban toda clase de objetos. El motín duró más de dos horas y los miembros de un equipo especial intervinieron como refuerzo de los guardias. Esta manifestación dejó un saldo de cuatro guardias y 35 reclusos heridos. Debido a este acontecimiento se suspendió el derecho de visitas. El aislamiento previsto inicialmente se mantuvo1.


    1. 39 injured in Manila City jail noise barrage en GMA News Online, 13 de octubre de 2016 (en inglés).