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Sistema penitenciario

Los centros penitenciarios italianos se dividen en Casa Circondariale (CC), estructuras para los preventivos o para los que cumplen penas cortas, y en Casa di Reclusione (CR), donde se recluye a los penados. Esta distinción no es respetada en la práctica, ya que las CC tienen a menudo módulos para los reclusos que cumplen penas largas y las CR reciben a personas condenadas a penas cortas. Existen cinco prisiones exclusivas para mujeres (3 CC y 2 CR).

Las Casa di Lavoro (CL) y Colonia Penale (CP) son estructuras para las personas que han cumplido sus penas de prisión, pero que permanecen bajo supervisión. Hay un CL en Vasto y un CP en Isili. En el 2015, estos centros recibieron a 134 y a 92 personas respectivamente.    
La mayoría de prisiones italianas están deterioradas, por lo que las condiciones de detención suelen ser inadecuadas. Además, la falta de recursos financieros dificulta el mantenimiento de estas estructuras. A pesar de que el hacinamiento ha disminuido, los establecimientos siguen sin poder ofrecer a los reclusos condiciones de detención dignas.

En el 2015 se abrió una nueva prisión de máxima seguridad en Bancali, Cerdeña, en la que se encuentran cerca de 100 presos de alto riesgo, incluidos los reclusos del régimen 41 bis (pena prevista para las asociaciones de tipo mafioso y actos terroristas). Otros 750 presos de alto riesgo son recluidos en módulos de alta seguridad en 13 prisiones del país.

Los menores y adultos jóvenes son detenidos en 16 IPM. Estas estructuras están, por lo general, bien mantenidas y cuentan con espacios destinados a actividades educacionales y recreacionales. Las antiguas prisiones de Cagliari y Treviso son la excepción, al igual que las de Bolonia y Catanzaro.

Pese al plazo legalmente establecido hasta marzo del 2015, cuatro hospitales psiquiátricos judiciales (OPG) siguen abiertos.

Los guardias, trabajadores sociales y educadores se encuentran bajo la responsabilidad de la administración penitenciaria. El personal sanitario depende de las autoridades médicas regionales.

Italia es el país que cuenta con el mayor número de guardias penitenciarios en Europa. Su coste representa el 85% del presupuesto de la administración penitenciaria central. Como resultado, los fondos para el mantenimiento de las instalaciones y estructuras o para el personal socio-educativo son insuficientes. La falta de trabajadores sociales y educadores en las prisiones es una de las causas del alto índice de reincidencia.

El sistema penitenciario depende, en gran medida, de un grupo de individuos y organizaciones que trabajan de forma voluntaria para apoyar a los detenidos.

Ratio número de vigilantes/número de reclusos

0,7

Ratio número de personal socio-educativo/reclusos

0