Mejorar las condiciones físicas de las instalaciones y reducir el hacinamiento.
Proveer un acceso efectivo a la educación, formación y empleo para todos los detenidos.
Mejorar el sistema de salud penitenciario: construir más centros médicos y aumentar el personal. Cerrar inmediatamente los OPG, tal como lo requiere la ley.
Brindar más atención a las necesidades específicas de las minorías, en particular a las de los extranjeros y de la población LGBTI.
Reconocer el derecho de los reclusos a las visitas conyugales.